Los países emergentes evitan la idea de una ayuda financiera directa a la zona euro
- El ministro de Hacienda de Brasil insta a la UE a actuar de forma rápida
- Los BRICS señalan que acelerarán las reformas necesarias en sus economías
Los economías emergentes, los países que conforman el grupo de los BRICS, han mostrado su "preocupación" por la grave crisis de la deuda soberana en la zona euro, pero han evitado tomar posición sobre una ayuda concreta a la Eurozona (como la compra de bonos), tal y como se esperaba. Así lo han expresado en una declaración conjunta los cinco países que forman este grupo (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) tras su reunión, celebrada este jueves en Washington, en la que también han subrayado su "determinación para acelerar las reformas estructurales necesarias para mantener un crecimiento fuerte".
“Los europeos tienen que ser rápidos, osados y cooperativos entre ellos“
Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de esos cinco países han alertado del impacto mundial que la crisis europea puede tener, si no se toman ya medidas decididas. Los europeos "tienen que ser rápidos, osados y cooperativos entre ellos", para poner coto a la inestabilidad financiera, según declaró en rueda de prensa el ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega, tras la reunión, donde ha recordado que "el epicentro de la crisis es la Unión Europea". "Cada día que pase, la solución será más difícil y más cara", ha alertado Mantega.
A la pregunta de si el grupo había examinado la idea de una ayuda financiera concreta a la Eurozona, mediante por ejemplo la compra de bonos de los países sometidos a mayor presión, los ministros han respondido con evasivas. El presidente de turno del grupo, el titular indio de Finanzas, Pranab Mukherjee, se ha limitado a decir que los BRIC "harán su contribución en el G-20" y contribuirán allí a "construir un consenso" en torno al tema.
Por su parte, el ministro ruso de Finanzas, Alexey Kudrin, dejó claro que los BRICS han abordado el problema europeo "en términos de cooperación". "Evitamos utilizar palabras como 'ayuda' o 'asistencia'", ha afirmado. "Estamos discutiendo del asunto en cooperación con los europeos y también entre nosotros", ha añadido Kudrin.
Dudas económicas
En un comunicado publicado tras las reunión, los países emergentes han advertido de que el problema de la deuda en los países avanzados y las dudas que rodean a sus planes de ajuste fiscal a medio y largo plazo "están creando un clima de incertidumbre para el crecimiento mundial".
Por otro lado, "la excesiva liquidez" derivada de las políticas agresivas que han emprendido algunos bancos centrales para estabilizar sus mercados internos "se está desbordando a los mercados emergentes" y provocando una "excesiva volatilidad de los flujos de capital y de los precios de las materias primas". El "problema inmediato", según los emergentes, es "devolver el crecimiento a los países desarrollados".
“Lo inmediato es devolver el crecimiento a los países desarrollados“
"Es fundamental que las economías avanzadas adopten políticas financieras y macroeconómicas responsables, eviten crear excesiva liquidez a nivel global y lleven a cabo reformas estructurales que impulsen el crecimiento, creen empleo y reduzcan los desequilibrios", han afrimado en el comunicado.
Los BRICS se declararon "abiertos a considerar, si fuera necesario, la posibilidad de prestar apoyo, a través del FMI u otras instituciones financieras internacionales, para hacer frente a los desafíos que se ciernen sobre la estabilidad financiera global, dependiendo de las circunstancias de cada país".
Análisis de la compra
Juan Ignacio Crespo, analista económico, aseguró hace unos días en La Tarde en 24 Horas que las noticias que llegan sobre que estos países compren deuda en la eurozona "no son más que calmantes".
"Cualquiera que tenga dinero quiere inventir en cosas rentables y tener garantizada además la recuperación de su inversión, y países como Brasil o China, que acumulan enormes reservas, tienen capacidad de invertir", explicó Crespo.
El analista económico ya predijo que estos países no van a comprar deuda "si no es un precio adecuado y con garantías de devolución adecuadas". La propia China, que sí está comprando deuda, ya ha advertido de que su apoyo no será incondicional.