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Amnistía denuncia la muerte decapitada y despellejada de una mujer siria en la cárcel

  • A la joven también le amputaron los brazos
  • La organización alerta de los crímenes que se cometen en las cárceles

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El hallazgo del cuerpo mutilado de una joven de 18 años que estaba en una prisión siria muestra el alcance de la violencia utilizada contra los opositores en Siria, según ha denunciado este viernes la organización Amnistía Internacional (AI).

En un comunicado divulgado este 23 de septiembre, AI señala que el cuerpo de Zainab al-Hosni, la primera mujer que se sabe ha muerto mientras estaba retenida, fue encontrada por su familia en terribles circunstancias el pasado 13 de septiembre.

Según la nota, la familia encontró a Zainab cuando acudió a la morgue para identificar el cuerpo del hermano de ésta, Mohammad, que también había sido arrestado y al parecer torturado mientras permanecía detenido en una prisión siria.

AI señala que Zainab fue decapitada, se le amputaron los brazos y la despellejaron.

Muertes en prisión

"Este puede ser uno de los casos de muerte en detención más preocupanteque hayamos visto hasta ahora", ha señalado Philip Luther, subdirector de Oriente Medio y Norte de África de AI.

"Hemos documentado otros casos de manifestantes cuyos cuerpos fueron devueltos mutilados a sus familias en los últimos meses, pero esto es particularmente espantoso", ha añadido Luther.

Con los casos de Zainab y Mohammad, AI lleva contabilizados 103 muertes en prisión desde que empezaron las protestas en Siria el pasado marzo, agrega la organización no gubernamental.

Zainab al-Hosni fue detenida el pasado 27 de julio por unos individuos que al parecer podían ser miembros de las fuerzas de seguridad, mientras que Mohammad Deeb al-Hosni, de 27 años, había organizado protestas en Homs desde el comienzo de las manifestaciones, puntualiza AI.

Mohammad fue detenido el 10 de septiembre y permaneció retenido en la unidad de seguridad política en Homs.

El cuerpo del joven presentaba señales de tortura y recibió disparos de bala en el brazo derecho, la pierna derecha y tres veces en el pecho, afirma AI, con sede en Londres.

Al acudir al hospital militar donde estaban los cuerpos de sus hijos, la madre de los jóvenes recibió la petición de firmar un documento en el que se afirmaba que Zainab y Mohammad habían sido secuestrados por un grupo armado que los mató.

"El aumento de los informes de gente que muere en la cárcel aporta más pruebas de los delitos contra la humanidad y debería estimular al Consejo de Seguridad de la ONU para que remita la situación en Siria al Tribunal Penal Internacional", ha afirmado Luther.