Decenas de miles de palestinos celebran la petición de reconocimiento ante la ONU
- Hamás rechaza las "contradicciones" del discurso de Abás
- Muere un palestinos por disparos israelíes
Decenas de miles de palestinos se han reunido en Ramala y en las ciudades autónomas de Cisjordania para escuchar el discurso de Abás en la plaza de Yasser Arafat.
"Por nuestra alma, por nuestra sangre, defenderemos Palestina", han gritado las multitudes al finalizar el discurso del presidente palestinoque se ha transmitido a través de pantallas gigantes en las principales ciudades de Cisjordania.
La prensa palestina han dedicado sus portadas a este hecho, y la televisión hace un seguimiento en directo, sin interrupción, junto con entrevistas, debates y anuncios propagandísticos.
Durante días, las calles de Ramala han estado decoradas de fojo, negro, blanco y verde, los colores de la bandera nacional. El logo de la campaña "Palestina 194" (la ONU tiene ahora 193 miembros) puede verse por todas partes, en pancartas, carteles y pegatinas.
Los organizadores han hecho un llamamiento a las concentraciones pacíficas en toda Cisjodrania a partir de las seis de la tarde, hora local (una hora menos en la España peninsular).
Junto a la Mukata, la sede de la presidencia de la ANP, y cerca de la tumba de Yasir Arafat, ondean las banderas de los 128 paises que hasta ahora han reconocido a Palestina en sus fronteras de 1967 (Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este).
En cambio, en la franja de Gaza solo un grupo de abogados tiene previsto manifestarse coincidiendo con la intervención del presidente palestino. El movimiento islámico Hamás, que domina el enclave, y Fatah, el partido de Abás, han decidido de común acuerdo no convocar manifestaciones públicas para no ahondar su división.
Un palestino muerto
Mientras, un palestino ha muerto y otros tres han resultado heridos por disparos del ejército israelí en Cisjordania por los enfrentamientos entre palestinos y colonos israelíes en un ambiente de máxima tensión horas antes discurso de Abás.
El fallecido es Essam Kamal Badran, de 35 años, que ha muerto por una bala israelí en los choques producidos en la localidad de Kusra, al sudeste de la ciudad palestina de Nablús. Los otros tres heridos también se han producido también en Kusra.
Además, fuentes policiales y medios locales informan de choques de poca intensidad en la localidad de Beni Salha, Bilin y Naalin, así como en el paso de Qalandia. Unos 120 manifestantes, según la edición electrónica del diario Yediot Aharonot, se han concentrado cerca de la aldea de Beni Salha, al oeste de Ramala, y han lanzado piedras contra las fuerzas militares israelíes.
Los soldados han reprimido a los manifestantes con gases lacrimógenos y otros equipos antidisturbios recién comprados por Israel para atajar una posible ola de protestas por la presentación de la candidatura Palestina a la ONU.
En Bilín, donde durante años los palestinos se han manifestado todos los viernes para protestar por la construcción de la barrera de separación de Cisjordania, se ha registrado también una pequeña concentración.
Y en Qalandia, uno de los focos de mayor tensión entre Jerusalén y Ramala, testigos han informado de enmascarados que lanzaban piedras a las fuerzas israelíes, también sin que se hayan producido heridos.
Seguridad en Jerusalén
Poco antes, la Policía israelí de Fronteras había arrestado a tres palestinos en una carretera de Bet Hanina, en Jerusalén Este, por lanzar piedras contra vehículos israelíes, y a otros dos en la ciudad vieja por desórdenes a la entrada de la Explanada de las Mezquitas.
La Policía prohibe el paso a la Explanada, lugar santo musulmán, a los fieles varones de menos de 50 años, y aun en este caso solo pueden acceder quienes poseen una tarjeta de identificación israelí. Los palestinos residentes en Cisjordania no disponen de este documento.
Israel ha desplegado 22.000 policías a lo largo de la "Línea verde" (la línea de alto el fuego de 1967), en las localidades israelíes de mayoría árabe y en Jerusalén Este. También se han enviado refuerzos militares a las zonas cisjordanas bajo control israelí.
La comunidad árabe israelí, descendientes de los palestinos que se quedaron en lo que luego sería Israel tras la guerra de 1948, no han convocado movilizaciones.