Enlaces accesibilidad

Palestina afronta su gran día entre temores al estallido de una nueva crisis en Oriente Medio

  • Mahmud Abás presenta este viernes la solicitud de incorporación a la ONU
  • El Consejo de Seguridad podría tardar meses en dar una respuesta a la ANP 

Por
Palestina afronta su gran día entre temores al estallido de una nueva crisis en Oriente Medio

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, está absolutamente convencido de que hoy es el día. Este viernes presenta formalmente al Consejo de Seguridad la carta en la que solicita la incorporación de Palestina a Naciones Unidas como Estado número 194 de la organización y miembro permanente de pleno derecho.

Después Abás explicará su decisión ante la Asamblea General de la ONU. Estos últimos días se han multiplicado los esfuerzos diplomáticos para que palestinos e israelíes reanudaran las negociaciones bilaterales, con plazos y objetivos muy concretos.

Se han estado barajando vías alternativas para desactivar el conflicto: que Abás retrase su solicitud; que la Asamblea General reconozca ahora a los palestinos como Estado observador, no miembro; que se elabore un documento marco con propuestas a ambas partes que lleven a un compromiso y a la vuelta a la mesa de diálogo.

Pero no ha habido ni un solo avance y eso aumenta el temor al estallido de una nueva crisis en Oriente Próximo.

Está claro que este viernes la Autoridad Nacional Palestina presentará su solicitud de adhesión a Naciones Unidas. Y también está claro que EE.UU. la vetará en el Consejo de Seguridad y la petición no saldrá adelante.

La alianza EE.UU.- Israel

Así lo repitió en su intervención ante esta Asamblea General el presidente Barack Obama. Un Estado palestino no surgirá de una resolución de la ONU. “Si fuera tan fácil ya se habría conseguido. No hay atajos para la paz” dijo Obama, que insiste en que cualquier solución a este conflicto pasa por una negociación entre israelíes y palestinos. “

Al final, son los israelíes y los palestinos quienes deben de vivir codo con codo y no nosotros. Son ellos los que tienen que alcanzar un acuerdo sobre los temas que los dividen, sobre las fronteras y la seguridad,  sobre los refugiados y sobre Jerusalén”.

Washington no lo tiene fácil ahora. Por eso está agotando todas las vías de mediación. Su veto en el Consejo de Seguridad a la demanda palestina puede tener consecuencias en el mundo árabe.

“El compromiso de EE.UU. con la seguridad israelí es inquebrantable” dijo Obama, recordando al mismo tiempo su apoyo a la creación de un Estado palestino.

Lo anunciaba hace justo un año ahora, ante la misma Asamblea de Naciones Unidas. Hace algunos meses, lanzaba un discurso al mundo retomando las fronteras de 1967 como base para la negociación entre israelíes y palestinos. Algo que le costó ciertas tensiones con el presidente israelí Benjamín Netanyahu.

Cuenta atrás

Para muchos, el presidente de los EE.UU. ha sido el impulsor de este debate que estamos viviendo hoy. Para otros, está en una situación delicada ahora, intentando mantener un punto de equilibrio entre las aspiraciones legítimas del pueblo palestino y su amistad con Israel.

No hay respuestas inmediatas. Hoy Mahmud Abás solicita su inclusión como miembro de pleno derecho de Naciones Unidas,   pero el Consejo de Seguridad podría tardar meses en pronunciarse

La Autoridad Nacional Palestina puede conseguir entonces que de los 15 países, nueve voten a favor pero después llegará el veto de uno de los permanentes, EEUU.

De ahí   podrían ir directamente a la Asamblea General de la ONU para buscar el estatus de “Estado no miembro”. Es probable que obtenga el apoyo de la mayoría de los 193 países y pase a tener la categoría de observador, algo que permitiría un aumento de sus derechos internacionales. Hay voces que se atreven a pronosticar una demanda ante la Corte Penal Internacional contra la acción militar israelí.

Pero seguimos en territorio de conjeturas. De momento, aquí en los pasillos de la sede de la ONU en Nueva York, se vive hora a hora, en esta cuenta atrás para el reinicio de las tensiones.