Dimite el consejero delegado de UBS tras el escándalo del agujero financiero
- Sergio Ermotti sustituira, de manera temporal, a Oswald Grüber
El presidente del banco UBS ha dicho que lamenta la decisión
El consejero delegado de UBS, Oswald Grüber, ha presentado este sábado su dimisión para "asumir la responsabilidad" por el agujero financiero originado por las operaciones irregulares de un agente bursátil del banco suizo en Londres.
La mayor entidad bancaria suiza ha comunicado la dimisión en una nota en la que ha informado de que Sergio Ermotti, de manera temporal, sustituirá a Grüber en la máxima responsabilidad ejecutiva del banco.
El presidente del banco, Kaspar Villiger, ha manifestado en el comunicado: "el Consejo de Administración lamenta la decisión de Oswald Grübel, que siente que es su deber asumir la responsabilidad por el reciente incidente de operaciones no autorizadas".
"Es el testimonio de sus principios irrenunciables y de su integridad. Durante su mandato ha conseguido un impresionante cambio de rumbo y ha fortalecido los fundamentos de UBS. Renuncia habiendo ayudado a UBS a ser uno de los bancos del mundo en mejor situación de capitalización", ha destcado Villiger. "En nombre del Consejo de Administración, le hago extensiva mi sentida gratitud por todo lo que ha hecho por UBS", ha agregado.
Agradece a su sustituto que acepte el cargo
Villiger también ha agradecido a Ermotti aceptar el cargo de manera interina, destacando su "extensa experiencia en el sector", pero no ha precisado cuándo se nombrará a un nuevo consejero delegado.
En el comunicado, UBS ha expresado su "profunda decepción por la reciente pérdida (en torno a 2.000 millones de euros) a causa de unas operaciones no autorizadas" y ha asegurado que respaldará la investigación independiente para aclarar lo ocurrido, garantizando además que estos riegos no se volverán a asumir en el futuro.
La dimisión de Grüber es consecuencia de las operaciones irregulares que llevó a cabo Kweko Adoboli, uno de los "brokers" de la banca de inversión del UBS en su sede de Londres.
Las operaciones son un duro golpe financiero para UBS, que había levantado cabeza tras sufrir con fuerza el impacto de la crisis de las hipotecas basura en EE.UU. en 2008, y que ahora prevé volver a las pérdidas en sus cuentas del tercer trimestre de 2011.
El UBS aseguró que las pérdidas en ningún caso han afectado o afectarán a las posiciones de sus clientes.