Enlaces accesibilidad

Snow Patrol despeja los cielos para la ascensión de los Red Hot Chili Peppers en Rock in Rio

  • Las fuertes lluvias protagonizaron gran parte de la tarde del sábado
  • Los californianos fueron los grandes triunfadores de la jornada

Por
Red Hot  Chili Peppers, en el Rock in Rio de 2011.
Red Hot Chili Peppers, en el Rock in Rio de 2011.

La de este sábado fue la noche en la que la banda escocesa Snow Patrol se convirtió en uno de esos grupos de estadio.  Gary Lightbody y los suyos subieron al escenario principal con todas las papeletas para hacer despegar un cartel hasta ese momento, irregular.

El grupo encadenó exitosas ráfagas de pop rock pegadizo mezclado con delicados detalles electrónicos.  Así, sonaron canciones que derrochan intensidad, como Hands OpenJust Say Yes Take Back The City; o enamoran con una cadencia íntima, como el esperado Chasing Cars, o la nueva This Isn't Everything You Are (incluída en el sexto álbum que publican en noviembre).

Los Chili Peppers, amos y señores

La respuesta del público pudo haber sido mejor, pero pasada la medianoche el respetable esperaba ansioso el regreso a Río de Janeiro de los Red Hot Chili Peppers.

Anthony Kiedis y compañía llegaron dispuestos a arrasar, y tras sólo unos minutos de actuación ni los más puristas parecían acordarse de John Frusciante (el veterano guitarrista abandonó la banda por segunda vez en 2009). Toda la responsabilidad de este hecho recae sobre Josh Klinghoffer, que cubre el puesto con bastante destreza a las cuerdas y un increíble buen hacer sobre el escenario.

Klinghoffer logra estar a la altura de una banda que sigue sonando a la perfección y funciona como una máquina engrasada: todo en su sitio, funcionando correctamente. Esta corrección estriba en un desenfreno rítmico que ha desbordado pura energía a lo largo de más de hora y media. Talento y experiencia hacen del cuarteto una excelencia en la ejecución, algo que se nota canción a canción.

Durante el concierto, y con los consiguientes lucimientos de Chad Smith (batería) y Flea (bajo) la banda despachó himnos generacionales que arrancaron las ovaciones de más de 100.000 personas. Las responsables fueron canciones como Can't StopDani California, Under the Bridge, Californication, By The Way, Give It Away o la nueva The Adventures of Rain Dance Maggie, que ya parece tener el recorrido suficiente para ser coreada por la multitud.

Tarde pasada por agua

La lluvia fue gran protagonista de la segunda jornada de Rock in Rio 2011. El chamán contratado por la organización no pudo atraer el buen tiempo y todo el aforo acabó pasado por agua.

La venta de chubasqueros estuvo a la orden del día desde primeras horas de la tarde, en pleno arranque de las actuaciones en el escenario Sunset. Allí el gran triunfador fue Mike Patton, cantante de la banda californiana Faith No More.  El histrionismo del cantante es clara base de un espectáculo llamado Mondo Cane, en el que rinde homenaje al pop italiano de los años 60.

Para tal misión, Patton se hizo acompañar de la Orquesta de Heliópolis, un programa de formación musical para jóvenes de la periferia de Río de Janeiro. Sin duda se trató del máxime ejemplo del eclecticismo que conllevan las actuaciones sobre este escenario de Rock in Rio.

Antes de esto, se encontraron en escena dos generaciones de músicos brasileños: Esperanza Spalding, reluciente ganadora del Grammy 2011 a artista revelación, se uniò a la experiencia y el rodaje de Milton Nascimento. Ambos artistas unieron esfuerzos y talento para hacer un fenomenal y exquisito repaso jazzístico por la música brasileña.

Un cartel descompensado

A pesar de la presencia de los Red Hot Chili Peppers y Snow Patrol, el resto de las actuaciones del escenario Mundo quedaron circunscritas a grupos que no poseen un gran nombre, pero con un gran calado entre el público brasileño. Es el caso de los locales Capital Inicial, que incluso se atrevieron a versionar a The Clash (Should I Stay Or Should I Go) y a la mítica banda argentina Soda Stereo (con Música ligera traducida como A Sua Manera).

Por su parte, los estadounidenses Stone Sour, cumplieron con todos los tópicos del rock duro con tintes melódicos: medios tiempos que evolucionan a disparos guitarreros, cantante parlanchín y mal hablado, y solos interminables. Bastante mérito tuvieron con mantener al público entretenido en medio de un aguacero considerable.

Domingo, día del metal

La jornada de este domingo promete ser una delicia para los amantes del rock más pesado.  Con Metallica como cabezas de cartel, por el escenario Mundo también pasarán Slipknot o Motörhead. Además el escenario Sunset vivirá un momento extraordinario que unirá la bestialidad de Sepultura con los ritmos tropicales y contundentes de la agrupación Tambours Du Bronx.