Un trabajador afgano mata a un ciudadano estadounidense en la sede de la CIA en Afganistán
- La sede de la CIA en Afganistán estaría ubicada en este complejo
- El atacante, un empleado afgano, ha muerto en el sucesos
- Este ataque sigue la estela de atentados perpetrados por los talibanes
Un empleado afgano ha matado a un ciudadano de los EE.UU. y otro ha resultado herido en un "tiroteo" que se ha registrado en un anexo de la embajada de EE.UU. en Kabul el domingo por la noche, según ha informado un portavoz de la embajada.
"Hubo un tiroteo en un anexo de la embajada de EE.UU. en Kabul ayer por la noche en el que ha participado un empleado afgano que fue asesinado. El motivo del ataque está siendo investigado en este momento", ha añadido el portavoz de la embajada de EE.UU. , Gavin Sundwall este lunes.
Las lesiones que ha sufrido un segundo ciudadano de EE.UU. no son mortales, ha añadido Sundwall.
En el anexo se cree que es utilizado por la Agencia Central de Inteligencia, que ha declinado comentar sobre el incidente.
Investigación en curso
Miembros de la Inteligencia afgana han confirmado que durante al menos diez minutos se han escuchado ráfagas de disparos en los alrededores del complejo estadounidense -anteriormente conocido como hotel Ariana- así como una explosión muy fuerte. "Lo único que podemos pensar es que (los estadounidenses) han debido invitar a alguien a entrar y ha resultado ser un atacante. Esta es la única explicación lógica", ha dicho uno de los informantes según recoge Europa Press.
Por su parte, un funcionario estadounidense ha confirmado el ataque aunque no ha especificado si se ha producido en el interior o en las afueras del complejo ubicado en la parte más segura de la capital cerca de la embajada de EE.UU. y las bases militares de la OTAN. "La situación es fluida y la investigación está en marcha", ha afirmado.
Además, otra fuente ha revelado que agentes de la CIA han disparado contra un vehículo del Ejército Nacional de Afganistán (ANA, por sus siglas en inglés) que ha pasado por delante del complejo poco después de la explosión, "pensando que en él viajaban algunos de los atacantes". Las fuentes afganas indican que al menos un miliciano habría muerto y dos soldados del ANA, uno de la guardia presidencial y un agente de la CIA habrían resultado heridos en este ataque.
Este ataque sigue a los perpetrados por los talibanes contra el ex presidente Burhanuddin Rabbani, que actualmente lideraba el Consejo Superior para la Paz, y contra la Embajada estadounidense y las instalaciones de la OTAN en Kabul, en el que murieron 25 personas.
En este último atentado EE.UU. acusó a la red Haqqani, un grupo de militantes afganos con base en las áreas tribales de Pakistán, de organizar el ataque. Las llamadas telefónicas interceptadas apuntaban que los organizadores estaban en comunicación con personas ligadas al ISI, la principal agencia de espionaje de Pakistán. Unos vínculos que las autoridades paquistaníes han negado rotundamente.
No obstante, esta acusación ha enturbiado rapidamente la relación entre estos dos países. A consecuencia de ello, el primer ministro de Pakistán, Yusuf Razá Guilani, ha ordenado el regreso al país de su ministra de Exteriores, de visita en Estados Unidos. Las relaciones entre los dos países ya quedaron muy tocadas el pasado mes de mayo, cuando un comando de EEUU mató al jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en una operación contra una finca de la ciudad de Abbottabad, no lejos de la capital paquistaní.