La oposición yemení rechaza el discurso de Saleh y anuncia una "escalada de las protestas"
- El pesimismo entre los manifestantes ha aumentado
- Consideran que el regreso del presidente no es un buen síntoma
La oposición yemení de Saná está preparando una larga e intensa revuelta tras un regreso al país del presidente Ali Abdalá Saleh en el que no ha ofrecido ningún claro síntoma de que esté dispuesto a dejar el poder pese al ataque contra su palacio que, hace ahora tres meses, le obligó a retirarse en Arabia Saudí.
El pasado domingo hizo su primera aparición pública en Yemen de la mano de un discurso televisado en el que llamó a la celebración de elecciones y a un "cambio pacífico del poder".
Sin embargo, su falta de disposición a dejar el cargo de forma inmediata ha gerenado que el enfado y rechazo de la oposición siria aumentara este lunes en las calles de Saná, donde los protestas son las protagonistas desde el pasado mes de enero.
Más desconfianza
"Su discurso fue para crear el caos, no soluciones. No había nada en él que buscara resolver esta crisis", declara Abdullah Magani, un profesor de biología en un instituto cercano a uno de los campamentos de protestas, "Necesitamos seguir aumentando la intensidad de nuestra protesta", sentencia.
"Hay una calma cautelosa aquí y la gente no está segura de qué hacer a continuación", explica por su parte Rashad al-Sharayi, un soldado de la oposición, dirigido por el general Ali Mohsen, que desertó y se alineó con los manifestantes en marzo.
“Necesitamos seguir aumentando la intensidad de nuestra protesta“
"Pero él (Saleh) tiene que traer un plan, un consenso rápido ... habrá más enfrentamientos con seguridad, porque hasta ahora no está haciendo nada ... Estamos dispuestos a sentarnos aquí y defender a los manifestantes, pero si él quiere la guerra la va a conseguir ", sentencia Sharayi.
En su discurso, Saleh repitió su promesa de aceptar el plan de transferencia del poder propuesto por países del Golfo y seguró que el vicepresidente mantuvo su autoridad para hablar con la oposición.
"Estamos en guerra en Yemen. Con todas las armas en uso. Cada lado está usando todo lo que pueda usar", explica Ali Hassan Seif, un analista político en Sanaa.
"No me hace ser optimista el hecho de que haya vuelto", manifesta.
De hecho, el país vive la realidad que deja el hecho de que el alto el fuego negociado se haya roto varias veces, acabando con las esperanzas de que una pausa en la lucha permitiría conversaciones sobre la transferencia de poderes.
Por ello, ahora la gente en las calles desconfía más aún de las intenciones de Saleh. Aún así, algunos esperaban que el presidente hiciera más concesiones en su discurso después de que el derramamiento de sangre estuviera en pleno auge.