La pasarela de Milán se llena de color
- Dsquared2 proponen un estilo hippie de luxe
- Salvatore Ferragamo apuesta por los colores fuertes
- Dolce&Gabbana estampa cebollas, pimientos y berenjenas
Cambio de registro en Dsquared2. Los gemelos Dean y Dan Caten se inspiran en Woodstock, el festival de música y arte celebrado en 1969. Hippies de luxe recorren la pasarela con tops de flecos larguísimos, minishorts y vestidos de colores que llegan al suelo.
Su colección es más relajada que en otras ocasiones, y también desenfadada. Las prendas parecen combinarse al azar y el resultado es un armario caprichoso. Vemos bikinis con abrigos de lentejuelas y chalecos con botas de agua, casi siempre acompañados de camisetas estampadas con la bandera de los EE UU.
El estallido de color llega a los complementos. Gafas, maxicinturones, pulseras y bolsos bandolera se tiñen en rojo, amarillo, naranja y verde. Todos alegres, de fiesta.
El color está siendo el protagonista en Milán.
Salvatore Ferragamo inunda su pasarela de turquesas, fucsias y rojos coral. Algunas veces en solitario y otras combinados con aparente libertad. Los vestidos lucen diferentes largos pero siempre marcando la cintura para dibujar el lado más sensual de la mujer italiana. Flores y cuadros, a veces juntos, alegran algunas prendas se anudan al cuello o a la cadera.
Si la colección de Versace destacaba por sus estampados infantiles, la de Versus, su segunda línea, lo hace por su seriedad. Los vestidos enmarcan siluetas sencillas y los tonos suaves se hacen con la pasarela. Ribetes y trazos en negro atacan vestidos en rosa palo, lila o gris con pequeños estampados digitales. Destacan los escotes en “V”, típicos de la casa, y también otros de carácter geométrico. Las simetrías se adueñan de la colección proyectando un efecto tranquilo a la propuesta.
Dolce&Gabbana abren la despensa
Cambio de estilo. De lo digital a los dibujos comestibles de Dolce&Gabbana. Pimientos, berenjenas y cebollas alegran sus prendas en un canto a la cucina de la mamma. Sus verduras se estampan en solitario en conjuntos de vestido y chaqueta, o se mezclan en vaporosos vestidos ajustados a la cintura. A veces se acompañan de flores amarillas y otras de encajes.
Este tejido recorre la colección cosido, incluso, a prendas en plástico transparente con costuras en negro. El desfile va cerrando la despensa para abrir el joyero, y disfrutamos de vestidos de encaje en tono nude con bordaos simétricos de pedrería multicolor y bodys con lentejuelas, piedras y cristales que han formado un carrusel arrebatador.