Miliband aboga por un "nuevo pacto" que acabe con la cultura del "dinero fácil" en Reino Unido
- Quiere reconquistar la confianza en la economía y en los valores "británicos"
- Ha sido su primer discurso como líder laborista tras su elección el año pasado
- Ha acusado a Cameron de traicionar la sanidad y sus promesas electorales
Con las encuestas a favor de los conservadores a pesar de la crisis económica y un año después de asumir el mando del Partido Laborista británico, Ed Miliband ha defendido ante sus votantes la necesidad de construir una nueva sociedad en la que se prmie el esfuerzo en lugar de la cultura del dinero fácil, una declaración que parece responder a la polémica suscitada por el ya célebre trader Alessio Rastani y sus sinceras palabras en la cadena BBC: "Sueño cada noche con una nueva recesión".
En un discurso ante el congreso anual de los laboristas en Liverpool, Miliband ha declarado que, a diferencia del Gobierno conservador-liberaldemócrata, no cree que la riqueza del país deba proceder principalmente del sector de las finanzas, por loque promovería otras actividades económicas, como la "manufactura o industrias creativas".
"La elección en el siglo XXI es la siguiente: ¿apoyamos a los creadores de riqueza o a los despojadores de activos?", se ha preguntado, para responder que, bajo su Gobierno, se cambiarían las normas de la actividad económica.
El líder laborista ha admitido que su partido, al que se atribuye la falta de regulación financiera que propició la crisis de 2008, debe ganarse la confianza del público en materia económica y, si llegara a gobernar, reconocería la laabor de empresarios "con valores británicos" como John Rose, exconsejero delegado de Rolls Royce, frente al tiburón financiero Fred Goodwin, exconsejero delegado del Royal Bank of Scotland que puso a este banco, ahora seminacionalizado, al borde de la quiebra.
Defensa de la sanidad pública
Pero el líder laborista no solo ha arremetido contra los "depredadores" del sector financiero. Su intervención más dura se la ha dedicado al primer ministro David Cameron, al que ha acusado de "hacer pagar la crisis a las personas equivocadas" al aplicar drásticos recortes que afectan a la "gente corriente trabajadora" mientras se plantea rebajar la tasa impositiva del 50% aplicada a los ciudadanos con más ingresos.
"Al cabo de un año, no solo ha faltado a todas y cada de una de sus promesas, sino que ha perdido totalmente la confianza... Cameron ha demostrado ser el guardián de los 'viejos valores', cuando lo que este país necesita son unos valores nuevos", ha subrayado.
A su juicio, la crisis bancaria, los disturbios callejeros del pasado verano en Inglaterra, el escándalo de las escuchas ilegales practicadas por periodistas son fruto de la cultura del "todo por nada" que Miliband dijo se propone cambiar.
“He roto la regla sagrada de 'No te meteras con Rupert Murdoch'“
"He roto la regla número uno de la política británica: 'No te meterás con Rupert Murdoch'", ha añadido con sorna.
Sin embargo, fue al defender el Servicio Nacional de Salud y acusar a Cameron de "traicionar" la sanidad pública cuando el líder laborista logró arrancar los mayores aplausos del auditorio.
"No soy Blair ni Brown, yo soy yo mismo"
En un discurso más centrado en conquistar a sus adeptos y no tanto en ganar votos o perfilarse como una alternativa a Cameron. "No soy Tony Blair. Tampoco Gordon Brown", ha señalado. "Grandes hombres que, de forma distinta, hicieron grandes cosas. Yo soy yo mismo. Y voy a hacer las cosas a mi manera. Eso es lo que significa liderar", ha explicado.
En su primer discurso como líder tras su elección en septiembre de 2010, cuando arrebató el liderazgo por poco margen a su hermano mayor David, Miliband pareció estar más cómodo en su papel e hizo gala en varias ocasiones de la ironía.
Al hablar de sus hijos pequeños, Daniel y el recién nacido Sam, dijo que eran "la nueva generación de hermanos Miliband", pero quiso "tranquilizar" a los presentes al afirmar: "Deseamos sinceramente que se conviertan en médicos".