Morales suspende el proyecto de carretera que originó la protesta indígena en Bolivia
- Califica de "imperdionable" la represión de la marcha
- Este lunes, la ministra de Defensa dimitió tras la acción policial
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha anunciado este lunes que suspende la construcción de la polémica carretera que iba a dividir un parque natural y ha calificado de "imperdonable" la violenta represión policial del domingo contra la marcha indígena que se oponía a ese proyecto.
Este lunes, la ministra boliviana de Defensa, Cecilia Chacón renunció a su cargo de forma "irrevocable" por la disolución policial violenta de la marcha indígena que protestaba contra ese proyecto y en la que han muerto tres personas, entre ellos, al menos, un niño.
En una breve declaración al término de una jornada de protestas generalizadas, Morales ha comunicado que "queda suspendido el proyecto de carretera en el Parque del Territorio Indígena Isiboro Sécure" (Tipnis) mientras los departamentos Cochabamba y Beni, por los que debía pasar la obra, decidan sobre su continuidad, informa Efe.
Cambio drástico de posición
Hasta ahora, el mandatario había reiterado que la carretera, que pretendía pasar por el corazón de la reserva, iba a construirse "sí o sí", lo que ha desatado una escalada de protestas y una marcha indígena por la Amazonía que el domingo cumplió 41 días en rechazo a esa obra financiada por Brasil.
Las etnias amazónicas bolivianas se oponen a que dicho proyecto de carretera pase por el medio del Territorio Indígena, una reserva de 1,2 millones de hectáreas, porque temen que sea destruida por madereros y productores de coca, planta base para fabricar cocaína, de los que Morales sigue siendo líder después de llegar en 2006 al poder.
La columna de manifestantes, de unos 1.500 indígenas, fue disuelta el domingo con violencia por medio millar de policías que golpearon y amordazaron a dirigentes de las etnias y mujeres y trasladaron por la fuerza a varios de ellos en autobuses y camionetas a pueblos vecinos.
Investigación sobre lo sucedido
El mandatario ha lamentado los excesos de la operación, que ha calificado de "imperdonable", y ha anunciado que una comisión de alto nivel formada por organismos internacionales y el Defensor del Pueblo investigará con profundidad lo sucedido, asegura la misma agencia.
"Lamentamos, repudiamos, los excesos realizados el día de ayer a la marcha. No comparto, no compartimos, una violencia, un exceso, un abuso hacia los hermanos indígenas que estaban en la marcha", dijo el mandatario tras la oleada de protestas, incluida la dimisión de su ministra de Defensa, Cecilia Chacón.
Al tiempo, ha pedido ayuda para aclarar si durante la represión murieron un niño y dos ancianos, como han denunciado los indígenas, la Iglesia Católica y los medios, aunque los cuerpos –ha manifestado- no han aparecido hasta ahora.
También ha asegurado que él, personalmente, nunca dispuso una intervención violenta como la producida, y que las autoridades encargadas del tema no han reportado víctimas, pero ha reconocido que "los hechos de ayer dejan mucho que desear".
Represión contra el campamento
Los policías atacaron con gases y porras el campamento de carpas de los indígenas cerca del pueblo de Yucumo, a más de 300 kilómetros de La Paz.
El subcomandante de la Policía, general Oscar Muñoz, aseguró que lo hicieron porque fueron amenazados por nativos armados con flechas, pero el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, dijo que los agentes actuaron cuando los indígenas estaban a punto de cenar y exigió a Morales el "cese inmediato de la violencia", lo mismo que la oficina de la ONU en La Paz.
Los indígenas rechazan la carretera porque atravesará la reserva natural del Tipnis y temen que esa reserva ecológica sea depredada e invadida por los productores de coca, planta base para fabricar cocaína.