Cinco etarras procesados por el primer atentado mortal tras la tregua de 1998
- El coronel Blanco murió en el acto tras la explosión de un artefacto
- Una niña de 13 años resultó herida
- Hubo una segunda explosión que destruyó el cohe en el que se desplazaron
El juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ha procesado este miércoles a cinco miembros de ETA por su participación en el asesinato del coronel Pedro Antonio Blanco, el primer atentado mortal que cometió la banda tras romper el alto al fuego que se declaró en 1998.
Los procesados son los miembros del "comando Buruhauste" Juan Luis Rubernach roig, Gorka Palacios Alday, Iván Apaolaza Sancho y Ana Belén Egüés Gurrutxaga- a quienes el magistrado imputa lso delitos de pertenencia a ETA, asesinato, estragos, lesiones y falsedad documental- y Javier Abaunza Martínez, a quien acusa de robo con fuerza.
En el auto notificado, Velasco ha dicho que sobre las 08.10 horas del 21 de enero de 2000, en la confluencia de las calles Pizarra y Virgen del Puerto, los terroristas explosionaron al paso de Blanco un artefacto colocado en un vehículo que había sido robado con anterioridad por uno de los procesados.
La explosión causó la muerte en el acto del coronel y heridas a otras tres personas, entre ellas una niña de 13 años. Uno minutos después los etarras hicieron explotar otro artefacto en el coche con el que se habían alejado del primer atentado.
"La anterior acción la planificaron, posibilitaron, organizaron y llevaron a cabo los intengrantes del comando de ETA 'Buruhaueste', según ha indicado el juez, que ha añadido que el grupo se había formado por orden de los dirigentes de la banda terrorista Juan Antonio Olarra Guridi, Ainhoa Múgica Goñi y Javier García Gaztelu, "Txapote".
Entre los indicios que ha tenido en cuenta Velasco para dictar el procesamiento figura la declaración judicial del también miembro de la banda Aitor García Aliaga, detenido junto a Egüés en noviembre de 2001, que aseguró que su compañera era "la que más tiempo llevaba en Madrid, la que más mandaba y la que seleccionaba los objetivos del comando"
La propia Egüés, que en la actualidad es la máxima representante de la "línea dura" dentro del colectivo de presos de la banda, admitió su participación en el atentado antes la policía.
El juez ha declarado que la intervención de los procesos en el asesinato de Blanco se desprende también del hecho de que mientras Abaunza y otra etarra llamada Julia Moreno Macuso abandonaron Madrid poco antes del atentado, otros permanecieron en la ciudad "obteniendo información para preparar las acciones delictivas planeadas"