Los rebeldes libios piden a la OTAN que intensifique sus bombardeos sobre Sirte

• Los rebeldes preparan una nueva ofensiva sobre Bani Walid
• Este martes tomaron el puerto de la ciudad costera de Sirte
• La carencia de recursos para los civiles preocupa a los médicos

Los combates en Sirte prosiguen y provocan el éxodo de cientos de civiles

Los combatientes de la nueva Libia han pedido a la OTAN que intensifique sus bombardeos sobre Sirte y Bani Walid, los últimos bastiones del exlíder Muamar Gadafi, para acabar con la resistencia de sus seguidores.

Mientras, las fuerzas de la nueva autoridad libia se preparan para una nueva ofensiva sobre Bani Walid, donde los últimos enfrentamientos han provocado la baja de once soldados rebeldes.

"La OTAN está presente, pero no participa lo suficiente. Lanzan sus misiles después de que los pro-gadafistas nos ataquen", ha señalado un jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT).

La OTAN dirige desde el pasado mes de marco una coalición internacional de intervención en Libia, bajo mandato de la ONU, con el objeto de proteger a los civiles que están siendo víctimas de la sangrienta represión impuesta por el régimen del derrocado Muamar Gadafi.

Según el CNT, dos de los hijos de Gadafi estarían supuestamente refugiados en Bani Walid y Sirte, ésta última la ciudad natal de su padre.

La ciudad de Sirte posee unos 70.000 habitantes y una parte de ella lleva varios días bajo control de los soldados del CNT, que este martes tomaron el puerto de la ciudad.

Hospitales masificados y sin recursos suficientes

Por su parte, la OTAN ha denunciado la degradación de la situación humanitaria que están viviendo los civiles en Bani Walid y Sirte, donde no disponen de agua ni comida ni suministro eléctrico.

La ONG Médicos Sin Fronteras también ha denunciado la precaria situación que están viviendo los médicos en los hospitales, donde no cuentan con los recursos suficientes.

Un grupo de médicos en Sirte se ha puesto en contacto con el puesto que la ONG tiene en Misrata para solicitar más medios, pero los constantes enfrentamientos localizados en la región obstaculizan el paso del equipo de apoyo.

"Si la situación conitnúa así, será castrófico", asegura el jefe del servicio de emergencias de Médicos Sin Fronteras, Mego Terzian.

"Los hospitales están masificados con los heridos. Hay muchas personas con enfermedades crónicas que no pueden ser atendidas", añade.