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Un terremoto de 5.6 grados sacude la región de Fukushima sin dañar la central nuclear

  • Fuentes de la planta aseguran que no se ha detectado nada anormal
  • TEPCO trabaja para reducir las concentraciones de hidrógeno
  • La temperatura de tres reactores es ya inferior a los 100 grados 

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Fotografía de la unidad 5 de la central nuclear de Fukushima-Daiichi, el pasado 25 de agosto
Fotografía de la unidad 5 de la central nuclear de Fukushima-Daiichi, el pasado 25 de agosto.

Un terremoto con una magnitud provisional de 5.6 en la escala Richter se ha dejado sentir este jueves en la prefectura de Fukushima, en el noreste de Japón.

El temblor se ha producido a las siete de la tarde, hora local (mediodía en España), y se ha localizado frente a las costas de la prefectura, según la Agencia Meteorológica nipona.

Fuentes de la central nuclear de Fukushima-Daichi, dañada en el terremoto y el posterior tsunami del 11 de marzo, ha asegurado que no se han detectado anormalidades en el estado de la planta a consecuencia del seismo.

Concentraciones de hidrógeno en la central

Por otro lado, la compañía que opera Fukushima, Tokyo Electric Power (TEPCO), ha informado de que la detección de índices de hidrógeno superiores al 60% en las tuberías que conectan con la vasija de contención del reactor 1. TEPCO ha iniciado su drenaje para evitar problemas.

Pese a los altos niveles de densidad de hidrógeno,TEPCO ha asegurado que considera poco probable que pueda producirse una explosión al no haber detectado en las tuberías oxígeno, que detonaría al entrar en reacción con el hidrógeno, informa la cadena de televisión NHK.

La operadora, que comenzó el miércoles a realizar las mediciones en el reactor 1, ha afirmado que, conforme a las directrices de la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa, en los próximos días analizarán también la acumulación de gases de las tuberías de los reactores 2 y 3.

TEPCO ha comunicado también que la temperatura de la vasija del reactor 2 de la central se encuentra por debajo de los 100 grados centígrados, con lo que se une a las unidades 1 y 3, ambas en la actualidad por debajo de 80 grados, como resultado de las operaciones de refrigeración de la planta.

Los técnicos de la central mantienen en funcionamiento los sistemas de refrigeración para poder estabilizar a los tres reactores por debajo de los 100 grados, incluso en caso de emergencias, lo que supondría llevarlos a parada fría y concluir la primera fase en la "hoja de ruta" para terminar con la crisis.