Dior presenta su colección sin despejar quien sustituye a Galliano
- Las apuestas apuntan ahora a Marc Jacobs
- Dior recupera el estilo New Look
- Las propuestas de Chalayan y Nina Ricci
El New Look de Dior nació en 1947 para devolver a la mujer su feminidad y, de paso, recuperar el lujo y el exceso tras la crisis posterior a la Segunda Guerra Mundial. Quizá por eso, para superar el bache provocado por la salida de Galliano, la firma recupera patrones clásicos e intenta mantener vivo el espíritu de la maison.
Karolina Kurkova ha abierto el desfile en el que vemos prendas que ciñen la cintura y faldas que se terminan a veinte centímetros del suelo, como aquellos que dibujaba monsieur Dior. El vestido es la pieza estrella. Los hay cortos, tipo lady, con faldas corola en tonos perla, o con juegos en blanco y negro que llevan encaje. En la versión noche llevan el cuerpo muy trabajado, con bordados, pliegues y drapeados, y con faldas larguísimas de transparencias que dejan ver otros tejidos y,a veces, la piel.
Una colección de colores contenidos
La tímida paleta cromática, contenida y sobria, deja que los tejidos luzcan su riqueza y sensualidad. Tan solo la gama de rojos y rosas, o un suave verde agua, rompen la hegemonía de los crudos, neutros, blancos y negros. Los estampados se reducen a flores monocolor, tranquilas rayas irregulares o diminutos rombos de colorines. Destaca la discreción de los complementos: collares de grandes eslabones, bolsos saco en color blanco y pequeños pendientes adornan la propuesta de Bill Gyatten, por ahora, el creativo de la casa.
Desfiles con incógnitas
¿Pero quién ocupará el puesto de John Galliano? Es la pregunta del millón, la que se repite estos días en París. Las apuestan sitúan a Marc Jacobs en la línea de meta pero es posible que la maison sorprenda con otro nombramiento.
En esta semana abundan los estrenos. Olivier Rousteing ha presentado la primera colección para Balmain, Manish Arora lo hará la semana que viene para Paco Rabbane, Mathilde Castello Branco ha entrado en Azzaro y Yoshiyuki Miyamae en Issey Miyake. La moda son las parejas. A Kenzo llegan Humberto Leon y Carol Lim, y a Cacharel lo hacen Ling Liu y Dawei Sun. No solo en París pues Stefano Citron y Federico Piaggi han desembarcado en la casa italiana Gianfranco Ferré.
Las flores crecen en la pasarela
Mientras, junto al Sena, se suceden los desfiles. Chalayan propone chaquetas largas, algunas con abertura en la espalda, y todas en blanco, negro y marrón neutro. La monotonía cromática se rompe con vestidos de cuerpo asimétrico y falda de volantes que se alegran con amarillos o naranjas.
El chipriota apuesta por las flores como elemento decorativo, y las vemos en estampados digitales, bajo las transparencias o enmarcadas en un vestido. También en bordados tradicionales sobre fondo negro en vestidos y chalecos. Otras flores, en grises con toques de rojo, decoran vestidos de seda o pañuelos que se insertan en el patrón de algunas prendas.
La colección de Peter Copping para Nina Ricci es un canto a la feminidad. El desfile presenta piezas de estilo lencero que se acompañan con faldas bordadas que llevan bolsillos o chaquetas de cuero. No faltan los lazos, que decoran escotes, ni las flores, que se estampan en abrigos de amplio patrón.
Flores, pero minúsculas, vemos también en vestidos que se ajustan a la piel y llevan detalles de tul, y que se cruzan con otros en rojo intenso o en negro con aplicaciones metálicas. Los complementos se tiñen de colores discretos. Bolsos Clutch en blanco con cierre dorado, gafas grandes de cristales redondos y coquetos casquetes de cestería aportan un toque coqueto a la colección.