Llega a España 'Salvajes', la brutal disección del narcotráfico de Don Winslow
- El autor escribió la obra "muy cabreado" con los cárteles de drogas
- "Cuento historias que las fuerzas de la ley ya conocen" asegura el autor
- Un vídeo en internet le impulsó a escribir este libro
El autor estadounidense Don Winslow estaba "muy cabreado" cuando escribió Salvajes, una brutal disección del universo del narcotráfico fronterizo que ahora se publica en España, aunque la experiencia no menguó su ira hacia "una sociedad en la que cada vez más gente cree que necesita colocarse para sobrevivir".
Salvajes es el libro que le ha cambiado la vida a Winslow, admite el autor en una entrevista. "Mi carrera está en mejor lugar que nunca, pero lo básico no cambia, cada mañana me despierto y me pongo a trabajar", dice el escritor, aún agradecido por una crítica del New York Times tan elogiosa que le catapultó "a otra liga".
Winslow, ya valorado por libros como El invierno de Frankie Machine y El poder del perro, reconoce que ha arriesgado mucho con esta novela y que si no fuera por el laudatorio artículo del rotativo estadounidense, quizá "hubiera pagado caro" semejante órdago literario con lo que considera su obra más creativa.
Porque Salvajes es un órdago a lo grande, y a lo bestia. El libro cuenta la historia de dos jóvenes, Ben y Chon, que desde el sur de California cultivan y venden en paz y armonía la mejor marihuana del mundo, hasta que uno de los cárteles mexicanos de la droga decide que quiere parte del pastel y secuestra a la muy íntima amiga de ambos, la peculiar y desinhibida "O".
De esta forma Winslow vuelve a acercarse al mundo de la droga, como ya hizo en El poder del perro, aunque puntualiza que el proceso de documentación no entrañó ningún riesgo.
“Cuento historias que las fuerzas de la ley ya conocen“
"Cuento historias que las fuerzas de la ley ya conocen. De hecho, los cárteles se jactan de sus atrocidades y las suben a Internet, contratan a grupos musicales para que canten sus 'proezas'... yo no soy ningún héroe, los héroes son los periodistas que viven en México y se exponen cada día, algo que a menudo les cuesta la vida", sentencia.
De hecho, fue un vídeo colgado Internet en el que aparecían siete hombres decapitados por los 'narcos' lo que le impulsó a escribir Salvajes, que comienza con un vídeo similar. También necesitaba "escribir sobre América en la actualidad", ha agregado.
Una América retratada desde un humor cáustico tras el que se esconde el descomunal "cabreo" del escritor hacia la situación de la guerra contra la droga.
Una película mostrará esa "guerra"
"Escribir no ha sido ni terapéutico ni una catarsis. Esta guerra ha costado cientos de miles de vidas y billones de dólares para nada. Sólo ha servido para hacer ricos a un puñado de sociópatas y para saturar nuestras prisiones, que ahora mismo parecen ser la única industria floreciente en América, donde los pueblos se disputan acoger una", espeta.
Y prosigue: "estoy cabreado por las atrocidades que cometen los cárteles, por la violencia económica que está destruyendo la clase media, por la cultura del 'famoseo', por una sociedad que cree que necesita colocarse para sobrevivir y porque lo que antes era noticia ha dejado de serlo".
Entre cabreo y cabreo y mientras da los últimos toques a su próximo libro, una precuela de Salvajes, Winslow está también inmerso en el rodaje de la versión cinematográfica de la novela, dirigida por Oliver Stone y cuyo estreno se espera para otoño del 2012, con nombres como los de Benicio del Toro, Uma Thurman y John Travolta en el reparto.
El escritor firma también el guión de la cinta en colaboración con Shane Salerno, quien "se ha asegurado de que la película mantuviera el tono y la actitud del libro, además de proteger la integridad de mis personajes, de la historia y del mundo que he creado".
Además, esta no será su única incursión cinematográfica, porque hay planes de llevar al cine alguno de sus libros anteriores, aunque prefiere no abundar en detalles cuando se le pregunta por su experiencia hollywoodiense: "Hollywood es más un estado mental que un lugar físico...", concluye.