Parados, amas de casa o inmigrantes, los colectivos con más riesgo de exclusión laboral
- Estos perfiles hacen referencia a condiciones de desigualdad o desventaja
- Tras años fuera del mercado laboral les cuesta mucho reincorporarse
Existen ciertos colectivos en la sociedad que corren más riesgo de ser excluidos laboralmente. Se trata principalmente de inmigrantes irregulares, jóvenes con fracaso escolar, personas sin hogar, mujeres a cargo de hogares monoparentales, personas mayores y por último, parados de larga duración, un colectivo que no para de crecer.
En este último grupo se encuentra Carlos, uno de los muchos parados de larga duración que hay en la actualidad en España y que ve cómo la situación se torna cada vez más difícil. "Está el país como para elegir empleo, ahora no nos queda otra que conformarnos con lo que sea", cuenta Carlos.
Al igual que él, hay muchas personas a las que les es muy difícil reincorporarse al mercado de trabajo después de un tiempo fuera de él, sea por las razones que sea.
Los perfiles en riesgo de exclusión hacen referencia a las condiciones específicas de desigualdad, precariedad o desventaja que se producen con frecuencia entre ciertos segmentos de población o colectivos concretos.
Parados de larga duración, la asignatura pendiente
Se considera parado de larga duración a la persona inscrita como demandante de empleo, de forma interrumpida, durante un periodo superior a un año. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística el número de parados que llevan entre uno y dos años buscando empleo es de 1.125.000 personas, mientras que el número de parados que lleva buscando trabajo más de dos años asciende a 1.185.000 personas.
En esta situación se encuentra Carlos, un ingeniero técnico industrial de Torremolinos (Málaga) que, con 32 años, se encuentra parado desde abril del 2010. "Al principio buscaba trabajo de lo mío, pero ha llegado un momento en el que ya no te puedes permitir el lujo de elegir y busco trabajo de lo que sea", explica.
“Llega un momento en el que no puedes elegir y buscas trabajo de lo que sea“
Como Carlos, hay muchos españoles que se encuentran en esta situación a día de hoy y que ven cómo -en un breve periodo de tiempo- se les va a acabar la prestación por desempleo. "Yo estoy cobrando el paro pero en noviembre ya se me acaba", comenta preocupado Carlos.
"Ahora, la cuestión es cotizar"
El caso de Cristina es más complicado, tiene 50 años y ha trabajado durante 19 como jefa de compras en una editorial. En la actualidad lleva parada casi dos años.
"Cuando yo empecé no te pedían ni carrera ni inglés, ahora sin esas dos cosas es imposible", explica. "Hoy me han llamado del INEM para un taller, es para un trabajo de cuidar niños, no es lo que me gusta, pero ahora la cuestión es cotizar ya que en enero se me acaba la prestación", cuenta Cristina.
El problema no es para menos, y es que el número de parados de larga duración en España se ha multiplicado por cuatro desde el inicio de la crisis llegando a superar los dos millones, cuatro veces más de los que había en 2008. De ellos, un más de un millón lleva más de dos años buscando un empleo.
“ El 68% del paro de larga duración se ha generado durante la crisis“
Un informe elaborado por el Centro de Predicción Económica a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa, muestra que el 68% del paro de larga duración se ha generado durante la crisis.
Buscar trabajo después de 20 años
Otro de los colectivos que busca reintegrarse al mercado laboral son las amas de casa. Es el caso de Teresa, una madrileña de 52 años que después de más de 20 años trabajando en casa y dedicándose al cuidado de sus hijos, ahora -debido a la situación económica actual- se ha visto obligada a buscar trabajo fuera del hogar para traer dos nóminas a casa.
"Yo no estudié, me case muy joven y me dedique al ciudado de mi familia", cuenta Teresa. "Ahora llevo buscando trabajo unos meses y no encuentro nada. Claro, no tengo experiencia y así es mucho más difícil", explica resignada a RTVE.es.
Ya sean parados de larga duración, amas de casa, inmigrantes o personas sin hogar, todos estos colectivos nesesitan un esfuerzo extra de la sociedad y del Estado para ayudarles a reincorporarse al mercado laboral, ya que como dice Teresa, "después de 20 años, es muy difícil empezar de nuevo".