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El Teatro Negro de Praga trae a Madrid a 'Alicia' y al Barón de Münchaussen

  • En los Teatros del Canal, desde este viernes, 'Alicia en el país de las maravillas'
  • A partir del 11 de octubre, 'El barón de Münchaussen'
  • La compañía utiliza luz, sonido, música, vestuario pero ni una sola palabra

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'Alicia en el país de las maravillas', del 29 de septiembre al 9 de octubre en los Teatros del Canal.
'Alicia en el país de las maravillas', del 29 de septiembre al 9 de octubre en los Teatros del Canal.

El Teatro Negro Nacional de Praga estrena el jueves, Alicia en el País de las Maravillas, adaptación del cuento de Lewis Carroll, y a partir del 11 de octubre cambia el programa para ofrecer "Las aventuras del barón Münchaussen" que escribieron diversos autores alemanes e ingleses; dos títulos "tan fantasiosos y especiales" como sus creaciones, según el director artístico de la Compañía y los montajes, Pavel Marek.

Ambos montajes podrán verse en la Sala Verde de los Teatros del Canal de Madrid.

Espectáculos minuciosamente preparados

La compañía, creada hace 11 años, utiliza para sus montajes sonido, luz, música, baile, mimo y coloridos vestuarios, pero ni una sola palabra. Se trata de espectáculos puramente mágicos, no verbales que combinan actores que dominan el teatro negro -representación escénica muda que se caracteriza por llevarse a cabo en un escenario negro con una iluminación estratégica que da lugar a un juego de luz y de sombras-, con títeres, efectos teatrales, proyección de animaciones y trucos originales.

Esta compañía es heredera de otras agrupaciones teatrales vanguardistas que buscaron nuevos lenguajes para esquivar la censura durante la época comunista.

Son espectáculos destinados a un público familiar y "es muy importante captar su atención inmediatamente y meterles en la historia para que se olviden de la tramoya que hay detrás", explica Marek quien nació en Olomouc (Moravia) en 1956.

Diez actores en Alicia y doce en El barón -vestidos y maquillados de blanco o de negro- permiten que Alicia "vuele", que las casas lleguen del "cielo" o que las manos "escalen" por el escenario.

Cada espectáculo, indica Marek, necesita "muchísimos" meses de preparación porque cada movimiento de los actores debe ser preciso "al milímetro" para que el espectador no detecte "los trucos" que permiten la ilusión óptica en la que se basa este teatro.

Alicia transplantada a la antigua Praga

La Alicia en...del Teatro Negro Nacional de Praga, que se ha presentado en más de 30 países, comienza en realidad cuando más allá de la clásica novela de Carroll. Comienza con una Alicia adulta que, merced a la fantasía une los dos mundos separados por el espejo y visualiza su pasado. La acompañan pulpos danzantes, flores cantarinas o figuras de ajedrez que cobran vida.

La historia ha sido ambientada en la atmósfera de la antigua Praga, con sus joyas arquitectónicas y la riqueza de su historia secreta que entronca con los mitos y leyendas de las culturas cristiana y judía. La catedral de San Vito pasan a través de los escondites del cementerio judío o vuelan sobre la ciudad con los actores. Y es que hay mecanismos que permiten a los actores volar muy cerca de los espectadores.

La producción cuenta además con titeres, proyecciones y la música original de Petr Hapka.

Las aventuras de un barón...en el psiquiátrico

El segundo montaje, Las aventuras del barón de Münchaussen nos habla del deseo de vivir en un planeta limpio, de naturaleza abundante, con océanos claros y bosques verdes y frescos.

Estas demandadas son trasladadas al realismo cómico de un manicomio. Allí, el enfermo guía al doctor en excursiones fantásticas, tan locas como la original Las aventuras del barón de Münchaussen.

Después de su estancia en Madrid que concluirá el 16 de octubre, la compañía viajará desde España a China para preparar el estreno, para el año que viene, de El rey mono junto al Circo Nacional Chino, "un reto" que les tiene "absolutamente emocionados