El supertelescopio ALMA comienza sus operaciones y muestra su primera imagen
- El ALMA es el observatorio terrestre más complejo del mundo
- Es un conjunto de antenas interconectadas que funcionan como un telescopio
- Puede detectar imágenes muy distintas a las que se conocen del cosmos
El observatorio astronómico terrestre más complejo del mundo, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), ha iniciado oficialmente sus operaciones en el norte de Chile y ha tomado su primera imagen del universo.
La instántanea refleja concentraciones masivas de gas no solo en el corazón del dúo de galaxias Antena, sino también en la zona caótica donde entran en colisión, una imagen imposible de obtener con los telescopios ópticos tradicionales.
Según ha informado el Observatorio Europeo Austral (ESO), es la mejor imagen que se ha obtenido en ondas milimétricas y submilimétricas.
En ella se observa que la cantidad de gas supera en miles de millones de veces la masa de nuestro sol, lo que supone una rica reserva de material para futuras generaciones de estrellas.
La diferencia fundamental de ALMA, respecto a telescopios más tradicionales, es que es un conjunto de antenas interconectadas que funcionan como un solo telescopio gigante.
Gracias a estas características, el ALMA es capaz de detectar longitudes de onda más largas que la luz visible y, por tanto, imágenes muy distintas de las que se conocen del cosmos.
“Estas observaciones serán vitales para comprender el nacimiento de las estrellas“
Este tipo de observaciones abren una nueva ventana en el Universo submilimétrico, y serán vitales para ayudar a los científicos a comprender cómo las colisiones de galaxias pueden provocar el nacimiento de estrellas.
A pesar de que todavía está en construcción -no estará completamente finalizado hasta el año 2013- "en esta fase tan temprana, ALMA ya supera a todos los conjuntos submilimétricos que existen", asegura Tim de Zeeuw, director general de ESO.
Nuevas antenas, mayor calidad
A medida que el observatorio crezca y se vayan incorporando nuevas antenas, aumentará de forma exponencial la precisión, eficiencia y calidad de sus observaciones.
Este astronómico proyecto está instalado a 5.000 metros de altitud en el Llano de Chajnantor, situado en el inhóspito desierto de Atacama, a unos 1.700 kilómetros al norte de Santiago.
Las antenas de ALMA no funcionan como los telescopios ópticos tradicionales, sino como radiotelescopios, es decir, están diseñadas para detectar las longitudes de onda milimétricas y submilimétricas, aproximadamente mil veces más largas que la luz visible.
“Los datos son combinados por el supercomputador más rápido del mundo“
La observación de estas longitudes de onda largas permite a los astrónomos estudiar objetos muy fríos en el espacio, como las densas nubes de polvo cósmico y gas donde se forman estrellas y planetas, así como objetos muy fríos en el Universo primitivo.
Además, las antenas de ALMA están concebidas para ser utilizadas de forma conjunta, como un interferómetro único y colosal. Para ello, pueden adoptar distintas posiciones a lo ancho y largo del Llano de Chajnantor y abarcar una extensión de hasta 16 kilómetros.
Los datos obtenidos por estas antenas, conectadas entre sí mediante cables de fibra óptica, son combinados por el supercomputador más rápido del mundo, fabricado especialmente para ALMA.