El Reina Sofía presenta 'Estrategia de juego', la mayor retrospectiva de Alighiero Boetti
- 150 obras de todas las épocas del artista turinés
- Desde sus inicios hasta sus trabajos colectivos con bordadoras de Oriente
- Se inaugura este martes y permanecerá en el museo hasta el 5 de febrero
Un artista de obra imprevisible y poética
Alighiero Boetti nació en Turín en 1940. Allí se introdujo inicialmente en la corriente del arte povera y asimiló el interés por las instalaciones simples, con materiales sencillos.
Poco después cambió radicalmente de estilo de trabajo y, en palabras de Christian Rattemeyer, legó una producción de obra “impredecible, altamente inventiva, lúdica y poética”, que va desde el dibujo, la pintura y la escultura, hasta el mail art, prácticas conceptuales, el bordado y el tapiz.
Sus creaciones escapan de cualquier clasificación convencional, buscando una lógica y un desarrollo intrínsecos a su trabajo. Boetti fue un artista inquieto, curioso y prolífico, y abrazó la colaboración y el azar, a las que llamaba “felices coincidencias”.
El trabajo en colaboración (con artesanos de todo el mundo) es otro de los rasgos de su obra. Así como la dualidad de su pensamiento creativo: norma y excepción, orden y desorden, masculino y femenino, ver y no ver. El título de la actual exposición ‘Estrategia de juego’ hace referencia a estas dualidades.
Estrategia de juego es la mayor retrospectiva en torno a Alighiero Boetti (Turín 1940-Roma 1994) que se ha organizado hasta el momento y la primera muestra que sobre él se realiza en España. Podremos verla desde este martes 4 de octubre hasta el 5 de febrero de 2012, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Recorrido por toda su vida artística
Organizada conjuntamente por el Museo Reina Sofía, la Tate Modern de Londres y el Museum of Modern Art de Nueva York, reúne alrededor de 150 obras que abarcan toda la trayectoria artística de Boetti, desde 1966 hasta su temprana
muerte que tuvo lugar en 1994. Desde sus primeras producciones, cercanas al arte povera, hasta el resultado de sus múltiples trabajos colaborativos.
Las obras reunidas en la exposición proceden de importantes colecciones internacionales; como el MOMA, instituciones italiana, como la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea de Roma, y préstamos del Dallas Museum of Art o el Museum für Moderne Kunst de Frankfurt.
Entre ellas, hay varias piezas que se exhiben al público por primera vez, como por ejemplo Senza titolo (“Sin título”, 1969) yalgunos tapices, cruciales para tener una visión completa del trabajo de Boetti.
Con esta antología se pretende destacar la capacidad de Alighiero Boetti para “transformar materiales sencillos, seriados, industriales, en una obra de arte, así como la complejidad conceptual, visual y estética de sus trabajos”, en palabras del departamento de prensa del Museo Reina Sofía.
Alighiero Boetti es uno de los artistas más destacados de la corriente del arte povera, que surgió en su Turín natal y cuyo término fue acuñado por el crítico Germano Celant en 1967.
Sin embargo, dos años más tarde se desvinculó de ese movimiento con rotundidad,criticando duramente sus excesos. Aun siendo muy reacio a las clasificaciones, se convirtió en un referente original para toda una generación de artistas contemporáneos, italianos e internacionales.
Creador curioso e inclinado a la experimentación, Boetti trabajó con una amplia gama de herramientas, técnicas y materiales: papel, plexiglás, yeso, cristal, aglomerado, madera, tela… Para su sistema de pensamiento y trabajo “no constituían únicamente un medio, sino un fin en sí mismos”. De este modo “explotaba y valoraba las características intrínsecas de cada material y cada uno de sus procesos”, según fuentes del museo madrileño.
Trabajos con bolígrafo y un planeta bordado
Entre las obras que podemos ver en esta muestra destaca Manifesto (1967), uno de sus trabajos más célebres; serie de carteles impresos que consistían en una lista de dieciséis artistas relacionados con el arte povera. Junto a cada uno de los nombres
aparecen unos símbolos que parecen codificar las relaciones entre los miembros del grupo.
Más adelante se hallan expuestos los lavori biro, hechos con bolígrafo con amigos y conocidos, con títulos como Mettere al mondo il mondo a Roma nellaprimavera dell'anno mille novecentosettantotto pensando a tutto tondo (“Traer al mundo el mundo en Roma en la primavera del año mil novecientos setenta y ochopensando en todo”, 1978).
En una sala dedicada a la idea del tiempo en la obra del artista, se exhibe otro de sus trabajos más representativos dentro de su producción povera, realizado en 1966: Lampada annuale (“Lámpara anual”), que consiste en una bombilla que, colocada en una caja de madera, se enciende únicamente durante once segundos al azar cada año.
Otras salas recogen una selección de sus tapices y bordados, entre los quedestaca la seminal Territori occupati (“Territorios ocupados”, 1969), que muestra la topografía de Israel y el monte del Sinaí durante la Guerra de los Seis Días de 1967.
Puede verse también una selección de su serie Mappa, realizada entre 1971 y 1994, Se trata de un conjunto de bordados realizados a mano en colaboración con artesanos de Afganistán y Pakistán, países a los cuales viajó en repetidas ocasiones.
Estos bordados de gran formato —alguno llega prácticamente a los tres metros por seis— reproducen mapamundis en los que la extensión de cada uno de los países está cubierta por su propia bandera.
Otra serie destacada de su producción es Tutto (“Todo”), dos tapices de gran formato que Boetti realizó en los últimos años de su vida (1989, 1992–93 y 1994), donde el artista diseñó campos de formas y objetos imbricados, ejecutados con gran profusión de color.
Estos trabajos constituyen, en palabras de Rattemeyer, “celebraciones de la inmensa diversidad y diferencia de las cosas sobre la Tierra”, mostrando al artista en su faceta “más jubilosa”.
Ordine e disordine (“Orden y desorden”), completado en 1973, es también un trabajo clave en la trayectoria de Boetti. Consiste en un centenar de tapices elaborados con letras de colores que el artista entregaba a bordadoras afganas y pakistaníes para que eligieran su composición final.
Esta serie no indica únicamente la predilección del artista por los juegos de palabras, la diferencia, el azar y la probabilidad, sino que subraya que el orden y el desorden son realidades geopolíticas que estructuran el mundo.