Bruselas resta importancia a otorgar más liquidez a los bancos, las bolsas celebran la posibilidad
- La canciller alemana defiende un plan para recapitalizar los bancos
- Las acciones de Dexia se recuperan tras desplomarse en las dos últimas jornadas
La Comisión Europea opina que la mala situación que atraviesa el banco franco-belga Dexia, que pasó con buena nota las pruebas de resistencia de la banca europea divulgadas en julio pasado, demuestra que la capitalización "no es el único factor" que incide en la crisis que atraviesan las entidades.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha defendido en cambio este miércoles la puesta a disposición de más capital para los bancos europeos para evitar una nueva crisis bancaria, según el viceportavoz del Ejecutivo alemán, Georg Streiter. Merkel considera que es "especialmente importante que los bancos en Europa tengan suficiente capital a su disposición".
Las acciones de Dexia se desplomaron ayer por encima del 22% y más de un 10% el lunes, después de que la agencia de calificación Moody's advirtiera de que podría revisar a la baja la nota de las tres principales entidades operativas de Dexia por el deterioro en la liquidez del grupo. Sin embargo, este miércoles recupera posiciones y sube más de un 7% a las 15.19 (hora peninsular).
Las principales bolsas europeas celebran este miércoles con ganancias la posibilidad de un plan europeo para dar más liquidez a las entidades financieras. El Ibex 35 sube un 1,49%, mientras Fráncfort rebota un 3,67% y París un 3,04%.
El desplome de ayer se debió a que los inversores y analistas interpretaron el comunicado con que se cerró una reunión de urgencia del consejo de administración en el sentido de que la entidad estudiaba su desmantelamiento para ganar liquidez.
Los inversores consideraron ayer que la entidad está en peligro de impago ya que acumula una gran cantidad de deuda griega.
Creación de un "banco malo"
El Ejecutivo belga respaldó anoche en una reunión de urgencia la creación de un "banco malo", es decir, una sociedad independiente que agrupe los activos nocivos para las cuentas de la entidad, que quedarían de esta forma saneadas.
El primer ministro belga en funciones, Yves Leterme, declaró que Bélgica garantizará, junto con Francia, la continuidad del banco.
Dexia ya fue rescatada en 2008, cuando los gobiernos francés, belga y luxemburgués tuvieron que inyectarle 6.400 millones de euros para sanear su situación, muy deteriorada por la gran exposición de la entidad al mercado de hipotecas "subprime" en los Estados Unidos.
"Los test de estrés fueron absolutamente transparentes en las cifras tanto para solvencia como para exposición (a la deuda soberana), pero la realidad es que la situación ha empeorado desde entonces", ha explicado en rueda de prensa la portavoz comunitaria Pia Ahrenkilde.
Según la portavoz, lo ocurrido pone de relieve que "aunque el nivel de capitalización es importante, no es el único factor que incide en esta crisis".
Ayudas de Estado y autorizadas por Bruselas
Dexia que saco buenas notas entonces, había sido uno de los bancos más afectados por la crisis, especialmente con los riesgos ligados a sus activos estadounidenses, y ya necesitó un rescate en 2008.
Ahrenkilde considera que su problema actual tiene que ver más con la liquidez que con la solvencia. Bruselas "sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos" sobre Dexia y confía en que los gobiernos afectados le notifiquen "cualquier cambio sustancial del plan de reestructuración aprobado el 26 de febrero 2010".
En el caso de que se decidiera la aportación de ayudas de Estado, "deberían ser comunicadas y autorizadas por la Comisión", ha recordado.
"La situación bancaria se ha agravado muchísimo"
Para la CE, "es importante que esos gobiernos actúen de manera coordinada". En ese contexto, ha insistido en que la situación bancaria "se ha agravado muchísimo en los últimos meses" y ha indicado que Bruselas está supervisando la situación para ver cómo evoluciona.
También las autoridades nacionales de supervisión llevan a cabo esa tarea de manera coordinada con las autoridades bancarias europeas y están en contacto permanente entre ellas para reevaluar la situación.
Dexia, que pasó con buena nota las pruebas de resistencia de la banca europea divulgadas en julio pasado, anunció un mes después unas pérdidas de 4.000 millones de euros durante el segundo trimestre del año.