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Del emigrante al exilado político

  • En Portada entrevista a Carlos Spector, abogado de El Paso
  • Spector lleva varios casos de solicitud de asilo político de mexicanos en EE.UU.
  • La llegada del Ejército a Chihuahua en 2008 disparó el número de peticiones
  • Su testimonio forma parte del reportaje de En Portada Prohibido El Paso

Por
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Desde hace algún tiempo, a la ciudad estadounidense de El Paso no sólo llega gente en busca de trabajo y una vida mejor, sino personas que sólo intentan salvar su vida.

La creciente violencia en el norte de Méjico ha provocado un éxodo masivo hacia las ciudades vecinas al otro lado de la frontera: defensores de derechos humanos, periodistas, abogados, gente que ha sido amenazada y que ha visto como hermanos, padres o hijos eran asesinados en la mayor impunidad.

Carlos Spector, abogado de El Paso lleva varios casos de peticiones de asilo. En su despacho, en una céntrica calle de la ciudad habla para En Portada del aumento en los últimos años del número, sobre todo, de mexicanos que piden asilo en los Estados Unidos.

Carlos Spector: “Definitivamente, hemos visto un aumento dramático en los últimos tres años. Es más, a partir de marzo de 2008, cuando llega el ejército mejicano a Chihuaha, casi inmediatamente, vemos un número enorme de mejicanos saliendo de Chihuahua hacia El Paso y Texas pidiendo asilo político”.

Huyendo del Estado mexicano

Huyen tanto de los federales como del propio Ejército

Carlos Spector: “El fenómeno más importante y reciente son los que están huyendo por la persecución del propio Estado mejicano. En Chihuahua, desde marzo de 2008, tenemos documentados los asesinatos de 21 defensores de los Derechos Humanos. Desde que llegó el ejército mejicano a Chihuahua, huyen, tanto de los federales como del propio ejército. Nuestra oficina representa a cuatro de esos defensores de derechos y tres periodistas que buscan aquí asilo político. El 75% de ellos acusan directamente al ejército mejicano de perseguirles por sus opiniones políticas”.

El problema de ser mexicano

Este abogado sabe que es difícil conseguir el asilo político en Estados Unidos para un mejicano.

Si eres de Cuba te arreglas inmediatamente. Si eres de un país que supuestamente es amigo, como Méjico, es muy difícil

Carlos Spector: “Si eres de Cuba te arreglas inmediatamente. Si eres de un país que supuestamente es amigo, como Méjico, es muy difícil. Desde siempre, y especialmente en este momento histórico, no se puede otorgar asilo político a la comunidad mejicana en un gran número. Representaría un rechazo a la política norteamericana, al plan Mérida y al hecho de que el pueblo norteamericano está realmente financiando la represión y genocidio de derechos humanos de activistas sociales y defensores de derechos humanos en Méjico”.

El caso de Cipriana Jurado

Carlos Spector acaba de ganar el caso de Cipriana Jurado, que ha conseguido por fin el asilo político en Estados Unidos. Esta activista de Ciudad Juárez comenzó como sindicalista a los 13 años en defensa de los derechos de las trabajadoras de la industria maquiladora. Después se involucró en las investigaciones sobre los “feminicidios”.

Carlos Spector:. “A través de esa actividad, llega a conocer los abusos del ejército mejicano ante mujeres. Ella empieza a ser representante, va a los campos militares y denuncia. Cuando llega el ejército mejicano en 2008, ya la tienen en el punto de mira, como una activista que tiene una historia de denuncias al ejército mejicano. Cuando asesinan a varios colegas de ella, que hacían el mismo trabajo en la misma organización, Naciones Unidas y Amnistía Internacional le aconsejan que salga del país.

Cipriana huye y es entonces cuando entregamos su solicitud de asilo político, acusando al ejército mejicano de perseguirla por su opinión política. Ganamos el 8 de junio de 2011. Es la primera vez en la historia de este país que se otorga un caso de asilo político, verificando por parte del gobierno norteamericano que el Ejército mejicano abusa de su gente.

La tristeza de esto es lo que toma el gobierno mejicano para reconocer lo que un niño de siete años en Méjico sabe: que el ejercito mejicano , ante el pueblo, es el malo de la película y cuando llega a tu pueblo, te escondes”.