Merkel se reúne con Barroso en plena de crisis de confianza sobre la banca
- Es probable que hablen de la emisión de eurobonos y de Dexia
- La situaciòn del banco francobelga cuestiona las pruebas de estrés
La canciller alemana, Angela Merkel, acude a Bruselas para reunirse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en un momento de máxima tensión por la reestructuración del banco francobelga Dexia y el riesgo de contagio a otras entidades.
Merkel y Barroso tratarán previsiblemente las posibles fórmulas de emisión de eurobonos propuestas por el presidente del Ejecutivo comunitario como parte de la solución a la crisis de la deuda europea, una idea que rechaza Alemania. La reunión se produce un día después de que Moody's recortara tres escalones la deuda de Italia.
La visita de la canciller coincide con la reunión semanal del colegio de comisarios europeos, con los que mantendrá un almuerzo de trabajo, antes de dirigirse al Parlamento Europeo por la tarde, donde se entrevistará con su presidente, Jerzy Buzek.
Falta de confianza en los test de estrés
Merkel viaja a Bruselas en plena crisis de confianza sobre la credibilidad de las pruebas de resistencia a la banca del pasado julio, en las que Dexia sacó una de las mejores calificaciones a pesar de encontrarse ahora al borde del rescate.
La reunión con los dirigentes comunitarios se produce después de que el Eurogrupo decidiera retrasar de nuevo el desembolso del sexto tramo de ayuda a Grecia.
Atenas ha asegurado a la zona del euro que tiene fondos suficientes hasta noviembre para pagar los sueldos y las pensiones de los funcionarios. De todos modos, este miércoles se enfrenta a una nueva huelga general que ha paralizado Grecia y ha cerrado el espacio aéreo.
El nuevo margen de maniobra permitirá a la troika -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional- completar su evaluación sobre el plan de ajuste de Grecia y tomar una decisión, este mismo mes, sobre el siguiente pago de la ayuda internacional, que asciende a 8.000 millones de euros.