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Berlusconi ve "un gran sacrificio" seguir en el Gobierno pero dice que no "hay alternativa"

  • El primer ministro italiano quiere apurar la legislatura hasta 2013
  • Asegura que unos comicios generarían más inestabilidad

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"Estar en el gobierno, en especial en el corazón de una crisis global como ésta, es para mí y para todos los miembros del gobierno un gran sacrificio personal, una carga de la que personalmente me gustaría liberarme".

Con estas palabras el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha reconocido en un vídeo a los seguidores de su partido su hastío al frente del ejecutivo italiano, aunque ha matizado que tiene que seguir en el ejecutivo porque "una crisis de Gobierno es la última cosa que Italia necesita en este momento".

"No hay alternativa al Gobierno", ha añadido tras pedir a la oposición de izquierda que piense "en el bien del país" y que deje de pedir su marcha.

No a las elecciones anticipadas

"Unas elecciones anticipadas -a la fecha prevista de 2013- no serviría de nada porque crearían inestabilidad y abrirían nuevos espacios a la especulación financiera", ha considerado a pesar de que su principal aliado, Umberto Bossi, líder de la Liga Norte, consideró que debería haber comicios antes de ese año.

Sobre las dudas que tienen los propios miembros de su partido sobre si lograá mantener su ya mermada mayoría parlamentaria, ha subrayado que tiene "los votos necesarios para terminar la legislatura".

"Vamos a seguir adelante para completar nuestro programa de reformas", ha añadido.

Críticas de la izquierda

La oposición de izquierda ha exigido la salida de Berlusconi, al que acusa de no preocuparse más que de sus problemas legales, como los derivados de sus devaneos sexuales en el llamado Rubygate, escándalo en el que está siendo juzgado en Milan por prostitución de menores.

A esta petición se ha unido también la patronal, que ha demandado al Il Cavaliere reformas estructurales para reactivar una economía estancada.

El liderazgo de Berlusconi, cuya popularidad está en caída libre, también se debilitó por el anuncio de un deterioro rápido de la calificación soberana italiana por dos grandes agencias de calificación, Standard and Poor's y Moody's.

Mientras, dentro de la derecha la tensión es alta por la tensión entre Berlusconi y su ministro de Economía, Giulio Tremonti, respetado en el extranjero por la seriedad de sus planes de austeridad.

Por último, incluso dentro del partido de Berlusconi, el PDL (Pueblo de la Libertad), un grupo liderado por el senador Beppe Pisanu, uno de los pilares de la Democracia Cristiana, está considerando la posibilidad de un nuevo gobierno de centro derecha de Berlusconi y ampliado con el apoyo de los centristas.