Ferrovial, obligado a vender el aeropuerto de Edimburgo o de Glasgow antes que Stansted
- La empresa española los controla a través del gestor aeropuertuario BAA
- La causa, el retraso en la venta del aeródromo londinense de Stansted
- Competencia obligó a la compañía a vender dos aeropuertos
El gestor aeroportuario BAA, propiedad del grupo español Ferrovial, deberá deshacerse cuanto antes de uno de sus dos aeropuertos escoceses, el de Edimburgo o el de Glasgow, debido al retraso de la venta del londinense de Stansted, según ha anunciado la Comisión británica de la Competencia (CC), que ha defendido su decisión para acelerar ese proceso mientras se resuelve el recurso elevado por BAA contra la venta de Stansted, a la que le obligó la Comisión al considerar que, con un control inicial de siete aeropuertos en el Reino Unido, operaba en monopolio.
El pasado julio, la Comisión de la Competencia ordenó a BAA, que gestiona también el principal aeropuerto del país, el de Heathrow, en Londres, a vender uno de sus dos aeropuertos en Escocia, el de Edimburgo o el de Glasgow, y también el londinense de Stansted, del que debía desprenderse primero. "Creemos que (anteponer la venta de un aeropuerto escocés) es la mejor opción visto el retraso que causará para la venta prevista de Stansted el nuevo recurso presentado por BAA", ha afirmado la presidenta del grupo de implementación de soluciones para BAA de la CC, Laura Carstensen.
"Es frustrante que no podamos proceder con la venta de Stansted hasta que se haya resuelto esta nueva demanda de BAA, pero mientras tanto, impulsaremos la venta en Escocia y, en consecuencia, los pasajeros y las aerolíneas escocesas se beneficiarán de una mayor competencia antes de lo previsto", ha añadido Carstensen.
Venta de varios aeropuertos británicos
Previamente, la empresa tuvo que desprenderse en 2009 del también aeropuerto londinense de Gatwick, al sur de la capital británica, por cerca de 1.700 millones de euros.
El consejero delegado de BAA, Colin Matthews, se ha congratulado por la decisión de la Comisión. "BAA ya ha vendido Gatwick y ahora venderá o Glasgow o Edimburgo", ha aseverado Matthews, que ha añadido que la empresa continuará "con el proceso judicial contra la decisión de la CC sobre la venta de Stansted". "Creemos que el mercado aeroportuario en el sureste de Inglaterra ha cambiado desde la primera decisión de la CC en 2009, y ha quedado claro que Heathrow y Stansted sirven a mercados diferentes", ha apuntado.
Tras la venta de uno de sus dos aeropuertos escoceses, BAA aún mantendrá bajo su control el escocés que no se venda, el de Aberdeen (también en Escocia) y los de Heathrow y Stansted en Londres. La compañía ha asegurado que cuenta con "razones de peso" para lograr que su recurso prospere y no tenga que vender el aeródromo de Stansted porque ahora está "más claro que nunca" que los dos aeropuertos que el grupo tiene en Londres (Heathrow y Stansted) "sirven a distintos mercados".
BAA: Glasgow y Edimburgo tienen futuro
En cuanto a los aeródromos escoceses, BAA indicó que "en breve" anunciará cuál de los dos aeródromos escoceses decide vender, para iniciar inmediatamente después los trámites para abordar la transacción. La compañía controlada por Ferrovial ha lamentado tener que desprenderse de uno de estos dos aeropuertos, que considera cuentan con un "gran futuro".
Los aeropuertos de Edimburgo y Glasgow son dos de los que más crecieron en número de pasajeros el pasado mes de agosto. Glasgow registró 682.00 usuarios en el octavo mes, un 5,5% más que un año antes, mientras que el de Edimburgo contabilizó 954.600 pasajeros, un 3% más. En lo que va de año han elevado el número de viajeros un 6,1% y un 10,5%, respectivamente.
La venta se sumará a las desinversines que Ferrovial ha realizado en los últimos dos años en el marco de su política de venta de activos maduros y no estratégicos y disciplina financiera. Dentro de esta estrategia, el grupo que preside Rafae del Pino tiene actualmente en venta un 10% de su participación en BAA. Sólo en 2010, esta venta de activos generó a Ferrovial recursos por 2.177 millones de euros, que se emplearon en reducir deuda, pagar el dividendo y desarrollar nuevos proyectos, según detalló Del Pino en la última junta de accionistas del grupo.