Félix Romeo, una de las personas más buenas del mundo
- La directora de Radio3, Lara López, recuerda al crítico y escritor
- Ensalza de su "talento apabullante" y su generosidad
La noticia de la muerte de Félix Romeo es una de las más absurdas y dolorosas que podrían llegar desde la redacción de cultura. Y la llamada que me he visto obligada a hacer a Chusé Raúl Usón, escritor, responsable de la editorial Xordica y uno de los mejores amigos de Félix Romeo (con el corazón en un puño, angustiada, incrédula) para confirmar la noticia, una de las experiencias más tristes de toda mi vida.
Félix Romeo ha muerto. Ha muerto una de las personas más buenas del mundo. Una de las más generosas. Un escritor de un talento apabullante que escribió mucho porque tenía mucho que contar y porque nunca decía que no a sus amigos. Y él tenía muchos amigos que le querían muchísimo porque se hacía querer y también porque sabía cuidarles. Un ser humano único, con una extraordinaria convocatoria y un excepcional don para dinamizar lo que hiciera falta, hasta el panorama literario español contemporáneo, si era necesario.
Un autor raro, que nació en esta época y en este país, pero que estaba a años luz de nosotros y de este país. Aunque él se reiría a carcajadas si leyera esto y yo le tendría que decir que sí, que Félix Romeo ha sido siempre el más perspicaz, el más abrumadoramente tierno y divertido de todos mis amigos, escritores o no.
Sembró buenas ideas, escuchó y fomentó iniciativas modernas que luego otros copiaron. Lo hizo a través de sus libros pero también de los medios de comunicación y, muy especialmente, desde esta casa que ha sido la suya desde que pusiera en marcha un programa de televisión que nos hizo volver a creer que la cultura en la tele era posible y era entretenida y era de todos y para todos. En La Mandrágora entrevistó a Paul Auster y a Bernardo Atxaga que se iba a Reno y que le contó que quería regresar convertido en un escritor negro. Félix Romeo y su boina también negra se convirtieron en icono de La 2.
Pero no se contentó con eso e hizo suyos los micrófonos de Radio Nacional. En Radio 3, durante años, Blanca Basiano, Virginia Díaz y yo misma, leíamos cada mañana los textos que mandaba para su sección El placer de la lectura. Y hasta el miércoles pasado, escuchábamos cada semana su inconfundible voz EnLaNube de Radio 3. Y antes y después, acompañó sin dudar a Beatriz Pécker en muchos de sus proyectos.
Félix Romeo tenía el poder de enganchar, de emocionar, de entusiasmar hablando de cine, música, libros, ciudades en las que besarse…Cada giro, cada recomendación, llevaba su impronta. Su pasión, su inagotable empuje, su dulzura y esa inimitable manera de estallar en carcajadas con la alegría de un alma purísima.
Mi adorado Félix. Te vamos a echar muchísimo de menos.