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Dexia acepta dividirse en tres y nacionalizar la filial belga ante "la crisis dentro de la crisis"

  • La entidad: "El problema es la exposición a la deuda soberana"
  • Dexia estaba especialmente centrada en financiación de entidades
  • Dehaene dimite del Consejo de Administración de Dexia Banca Bélgica
  • La entidad vuelve a cotizar en bolsa tras varios días de suspensión

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El Gobierno belga recapitaliza Dexia por 4.000 millones de euros

El Consejo de Administración de Dexia ha aceptado formalmente la oferta del Gobierno belga para dividir en tres la entidad y nacionalizar por 4.000 millones de euros la filial belga, Dexia Banca Bélgica. "La decisión ha sido adoptada por unanimidad", ha confirmado el presidente del Consejo de Administración de Dexia, Jean-Luc Dehaene, en una rueda de prensa retransmitida por teleconferencia y realizada poco antes de que se anunciara que Dehaene había dimitido del Consejo de Administración de Dexia Banca Bélgica.  La compañía regresa a los mercados en verde, tras varios días sin cotizar.

Dehaene y el consejero delegado de Dexia, Pierre Marian, han insistido en que Dexia no tiene un problema de  solvencia, sino de liquidez, y han asegurado que el acuerdo de este lunes da oxígeno  a la financiación a corto plazo. "Ha habido una crisis dentro de la crisis, por la deuda soberana, y esto  ha afectado a Dexia porque estaba especialmente centrada en  financiación de entidades" locales y regionales, ha comentado Dehaene, quien ha añadido que ha sido "una decisión difícil, pero el Consejo no ha dudado en asumir sus responsabilidades".

La decisión incluye la creación de un banco residual en el que se concentrarán los activos tóxicos vinculados a la deuda soberana, entre los que figuran actividades de Dexia Sabadell (España), Dexia Crediop (Italia) y DKD (Alemania), ha señalado el consejero delegado de Dexia.

Mariani, en la misma conferencia de prensa, ha explicado que la venta de estos activos resulta difícil hoy en día por su vinculación a la deuda soberana y ha confiado en poder venderlos más adelante en mejores condiciones.

El "nuevo 'banco malo'"

Ese "banco malo" tendrá activos por unos 90.000 millones de euros, que serán garantizados de manera conjunta por Bélgica (54.000 millones), Francia (32.850) y Luxemburgo (3.150) "durante el tiempo necesario hasta la venta de las actividades", según Mariani.

El consejero delegado ha explicado que los administradores de Dexia también estuvieron de acuerdo en autorizar las negociaciones con el banco público francés Caisse des Dépôts et Consignations (CDC), el mayor accionista de Dexia, y con Banque Postale para determinar el futuro de la filial francesa, Dexia Municipal Agency (DMA).

Asimismo, ambos dirigentes han recordado que, precisamente, en los últimos tres años ya se ha reducido la necesidad de financiación a corto plazo, así como la presencia internacional de Dexia con la salida de países como Japón, México, Dinamarca y Australia.

La cotización del Dexia en la Bolsa de Bruselas permanece suspendida. La Autoridad de Servicios y Mercados Financieros (FSMA) no ha concretado cuándo se reanudará.

Jean-Luc Dehaene dimite

Jean-Luc Dehaene ha dimitido con efecto inmediato del Consejo de Administración de Dexia Banca Bélgica, según ha anunciado el banco franco-belga. Dehaene, quien fue primer ministro belga entre 1991-1999, ha dimitido como administrador de Dexia Banca Bélgica, pero seguirá siendo presidente del Consejo de Administración del grupo Dexia a nivel global.

"Después de la venta de Dexia Banca Bélgica al Estado belga, esta representación ya no está justificada. Nunca se ha dudado de que juega un rol en el seno de la entidad", ha precisado Dexia en un comunicado.

El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, ha dicho en la radio y televisión pública RTBF que no cree que Dehaene asumirá la presidencia del nuevo banco y que quiere que la nueva entidad sea presidida por "verdaderos profesionales, seleccionados con la ayuda de oficinas especializadas".