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Describen una rara flor que solo vive en Murcia y que llevaba desaparecida un siglo

  • El garbancillo de Tallante llevaba desaparecido desde 1909
  • Solo se conoce una pequeña población en la región de Murcia

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Se describió en 1909, pero no se facilitó su localización exacta y nadie la volvió a ver hasta un siglo después.
Se describió en 1909, pero no se facilitó su localización exacta y nadie la volvió a ver hasta un siglo después.

El garbancillo de Tallante (Astragalus nitidiflorus) es una especie de leguminosa que llevaba sin observarse casi un siglo. Cien años después ha podido ser estudiado con detalle. La especie se considera en peligro crítico de desaparición, ya que solo se conoce una población en todo el mundo situada en la localidad de Tallante (Murcia).

Los investigadores quieren recuperar esta planta floral exclusiva de la región de Murcia, que hasta hace poco se creía extinguida, y han revelado las características y las razones que la mantienen en peligro crítico.

Según informa SINC, la reaparición ocurrió en 2003, cuando un aficionado a la botánica paseaba en bicicleta en las proximidades de la montaña de Cabezos del Pericón (Murcia) y vislumbró en el campo un extraño ejemplar de flor. Tan extraño que hacía casi 100 años que nadie lo observaba.

Astragalus nitidiflorus es una especie que fue recolectada por primera vez en 1909, en Cartagena, y descrita por el botánico Carlos Pau en 1910”, relata Juan José Martínez Sánchez, autor del estudio e investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).

Pero en la descripción, Pau no anotó la localización exacta, y esto, junto con la escasez de la especie, dificultó que nadie la volviera a ver durante casi un siglo.

Ahora los botánicos han podido estudiar su biología y ecología. El trabajo recoge los aspectos más significativos del ciclo de vida de la planta: la fenología de la floración y de la fructificación, el éxito reproductivo de la especie y los factores que contribuyen a él, y los patrones de reclutamiento de nuevos individuos a la población.

Vive como mucho cuatro años y tiene tres periodos de floración

Se trata de una pequeña metapoblación fragmentada en pequeños grupos de individuos. Es una planta perenne de corto ciclo de vida, como mucho puede durar cuatro años y tener tres periodos de floración de dos o tres meses.

La resurrección del garbancillo

Para valorar la posible repoblación, los investigadores tienen que prestar especial atención a los puntos débiles que determinan la situación de peligro. Según el informe, la etapa más crítica en el ciclo vital es la fase de plántula (cuando la semilla germina y desarrolla sus primeras hojas). La mortalidad en esta fase es muy alta. Además, el éxito reproductivo de la planta es bajo.

“El pequeño tamaño de la población es el principal factor de amenaza para la especie, ya que cambios en las condiciones ambientales de la zona o variaciones demográficas al azar podrían llevar a la desaparición”, explica Martínez Sánchez.

La acción del hombre sobre el territorio no favorece a la planta

“No obstante, el manejo del territorio en donde crece la especie por parte del hombre tampoco parece favorecer el mantenimiento y la expansión de la planta por su área potencial, por lo que se hacen urgentes los estudios encaminados a conocer con exactitud la influencia de las técnicas de manejo del suelo (laboreos, pastoreo, etc.) pueden tener sobre el mantenimiento de la población actual”, subraya el investigador.

Desde la Universidad Politécnica de Cartagena se están llevando a cabo ensayos de reintroducción de individuos en campo con la colaboración del grupo ecologista ANSE, a la espera de que se redacte el plan de recuperación de la especie, que depende de la administración regional.

“Conocer cada una de las plantas y los servicios que prestan al resto del ecosistema muestra que es tan relevante cualquier pequeña hierba como el más grande de los árboles”, reivindica Martínez Sánchez. “Conforme van faltando nudos de la red del ecosistema, este se resiente y deja de funcionar correctamente. De ahí la importancia de conservar la biodiversidad entendida como un todo y no como un conjunto de elementos aislados”.