El jefe del Eurogrupo dice que estudia una quita de la deuda griega del 60% "y más"
- Juncker admite que Atenas no podrá devolver todo el dinero que debe
- Espera que la troika aprueba el nuevo préstamo el 24 de octubre
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha dicho que las autoridades comunitarias están estudiando una quita de la deuda griega del 60% “y más” en una entrevista a la televisión pública austriaca.
Cuando se le preguntó si los líderes europeos están tratando una quita del 50 o el 60%, Juncker dijo que "estamos hablando de más", según recoge la web de la cadena ORF. También ha dicho que el Eurogrupo hará “todo lo necesario para que un país miembro declare la bancarrota”.
No obstante, ha añadido que antes de tomar la decisión habría que saber si la medida será suficiente para solucionar el problema. El Gobierno de Atenas negó hace unos días esa posibilidad.
La quita implica que Grecia devolvería sus préstamos con un descuento (en la proporción de la que está hablando). Al negociarlo con sus acreedores (los títulos de deuda griega están fundamentalmente en manos de estados y bancos europeos) se hablaría entonces de una reestructuración o quiebra ordenada, algo que sin embargo podría cerrar aún más al país el acceso a financiación en el mercado.
En la entrevista, el primer ministro luxemburgués, que preside las reuniones de ministros de Finanzas de los países con la moneda única, ha admitido errores en la gestión de la crisis. “No reaccionamos con suficiente rapidez”.
Según la agencia France Presse, Jucker espera también que la troika de prestamistas del Estado heleno (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) dé su visto bueno al sexto tramo del primer rescate en un informe cuya publicación se ha retrasado y que “previsiblemente” verá la luz el 24 de octubre.
Sin él, ese crédito, el Gobierno –que ya ha recibido préstamos de la troika por unos 100.000 millones— ha dicho que no podrá hacer frente a sus pagos a partir de noviembre. Con todo, esa cantidad seguirá siendo insuficiente y se espera la aprobación definitiva por todos los países europeos de un segundo rescate a Grecia.
A cambio, el país está obligado a reducir su deuda según las instrucciones de la troika, para lo cual ha aprobado numerosos recortes, que incluyen despidos masivos de funcionarios, una cuantiosa rebaja de las pensiones y los salarios y elevación de impuestos.