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El debate del Parlamento eslovaco sobre el fondo de rescate mantiene en vilo a la zona euro

  • El partido liberal SaS echa un pulso a sus socios y se abstendrá en la votación
  • Eso supondrá la caída del Gobierno y el rechazo de la ampliación de rescate
  • La oposición de izquierdas podría votar a favor una vez derrotado el ejecutivo

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Votación de infarto en Eslovaquia

Eslovaquia mantiene en vilo a la Unión Europea (UE) con un eterno debate parlamentario de resultado incierto, en el que el pequeño país excomunista vota la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) sin seguridad de que el sí salga adelante.

El debate, que comenzó a media jornada, se extenderá hasta la noche, cuando previsiblemente se producirá la votación definitiva, una vez que se reanuden las intervenciones de los grupos parlamentarios a partir de las 19:00 horas. 

El desenlace de esta sesión parlamentaria es incierto debido a las discrepancias en el seno de la debilitada coalición gubernamental de cuatro partidos,  que puede llegar a zozobrar ante la polémica decisión de aprobar una  ampliación del plan que costaría a las arcas públicas del país 7.700  millones de euros.

Pero precisamente una caída del Gobierno podría ser la clave para que  el Parlamento eslovaco apruebe en una segunda votación, posible según  la legislación local, la ampliación del FEEF.

Eslovaquia es el único país de los 17 miembros de la zona euro que todavía no ha refrendado la ampliación del FEEF, con el que se pretende superar la crisis de la deuda europea.

La coalición de Gobierno de Bratislava, liderada por la conservadora  primera ministra, Iveta Radicova, no cuenta con la mayoría necesaria, ya  que uno de los cuatro socios del Ejecutivo (los liberales) se niega a  dar su visto bueno.

Pugna entre socios

"Todos la Unión Europea se ve amenazada, como el euro. Tenemos que actuar ahora", ha declarado Radicova en su intervención parlamentaria, donde ha subrayado que Europa se encuentra en "una situación difícil" y que el crecimiento de la deuda pública "está amenazando a la moneda única".

"No es posible sólo tomar las ventajas y derechos" de la Unión Europea, ha manifestado Radicova ante el pleno parlamentario.

"Es verdad que muchos países han violado el Pacto Estabilidad y Crecimiento, y es por eso por lo que debemos fijar las nuevas reglas" en el nuevo mecanismo, ha agregado la política conservadora.

Pero el problema sigue siendo el partido Libertad y Solidaridad (SaS  en eslovaco), que se niega a apoyar el refuerzo del FEEF debido a que Eslovaquia es uno de los miembros más pobres de la zona euro y considera que por ello no debería pagar por las deudas enormes contraidas por países más ricos como Grecia o Italia.

Su líder, Richard Sulik, ha reiterado que el nuevo mecanismo de rescate "sirve para apoyar a los bancos extranjeros", y ha asegurado que Eslovaquia es el país "al que más caro le va a salir" en términos relativos ampliar el fondo.

"Eslovaquia está en el camino hacia la servidumbre si aprueba este FEEF ampliado y el Mecanismo Europeo de Estabilidad", ha declarado Sulik, quien es el presidente de la Cámara.

En un movimiento que buscaba forzar a SaS a tomar una postura   afirmativa, Radicova ha ligado un voto de confianza en el parlamento con la aprobación del refuerzo del rescate. Si el   pequeño partido no vota a favor, el gobierno caerá.

Sin embargo, esta medida no ha amedrentado a Richard Sulik. "No estamos de acuerdo en hacer de este un voto de confianza.   Esta vinculación supone derrotar cualquier oportunidad de aprobar el   fondo de ayuda, porque ahora la oposición no puede, bajo ninguna   circunstancia, votar por él", ha advertido.

Así, Libertad y Solidaridad ha anunciado que se abstendrá en la votación   y, por tanto, la coalición de Gobierno no contará en estas dos   votaciones con la mayoría necesaria, lo que supondría el rechazo del   refuerzo del plan de rescate y la caída del ejecutivo.

Intereses políticos

En realidad, las posturas de los partidos de Gobierno y oposición no  están tan distantes en este asunto, pero los intereses políticos de unos  y otros hacen que se haya llegado a esta situación.

Sulik, que huyó de la Checoslovaquia comunista a los doce años y volvió hecho un apasionado del libre mercado, tiene una visión económica aún anclada en la Guerra Fría, en el que la lucha contra el comunismo se ha tornado en euroescepcismo tras la integración europea, en la linea del presidente de la vecina Chequia, Vaclav Klaus.

"Es un hombre que a veces piensa en hojas de Excel.  El impacto político de limpiar el sistema económico solo es secundario para él", ha aclarado Martin Poliacik, un diputado de su partido y coautor de su programa electoral.

Pero lo cierto es que a su rechazo a cualquier intervención en el mercado se le ha unido la popularidad en Alemania, donde hay un rechazo generalizado a los rescates y Reino Unido, donde las posturas euroescépticas siempre han tenido predicamento.

"Debido a la atención repentina que ha tenido, es como un drogadicto cuando dice 'Guau, estoy en todos los tabloides y periódicos en Inglaterra y soy especial en Alemania', donde era un inmigrante desconocido", ha asegurado con sorna Samuel Abraham, un analista político independiente.

El problema es que la rigidez ideológica de Sulik y la fama repentina puede hacer que caiga algo más que su Gobierno.

"El SaS debería considerar que esto no solo podría llevar a la caída  del Gobierno, que es un tema secundario ahora mismo, sino causar  turbulencias en Europa y en los mercados", ha advertido Grigory  Mesenznikov, director del Institute for Public Affairs, en declaraciones  a Reuters.

Mientras, la oposición de izquierdas liderada por el partido Smer  apoya el fondo de rescate pero han rechazo votar a favor al ver que la  división en el ejecutivo puede darle réditos políticos.

De hecho, ha pedido un cambio de Gobierno o unas elecciones anticipadas a cambio de sus votos,  lo que deja abierta la puerta a que los partidos de la coalición  inicien unas negociaciones con ellos si la primera votación fracasa.

"Confiamos en que la expansión del EFSF sea aprobada lo antes posible", ha declarado de forma enigmática el número dos del partido Smer, Peter Kazimir.

Temor a los retrasos

Cualquier retraso de la ratificación del EFSF, que originalmente  tenía  que entrar en vigor a mediados de octubre, podría hacer que los  mercados  pusieran más presión aún sobre la zona euro y que aumentase el  riesgo  de contagio más allá de Grecia.

De hecho, la lentitud en la aprobación del refuerzo, que fue acordado el 21 de julio por el Consejo Europeo, es una de las razones de los ataques de los mercados a los países periféricos de la eurozona.

La aprobación por parte del Parlamento alemán la semana pasada despejó el panorama de su puesta en marcha, pero lo cierto es que antes de que se aplique este refuerzo ya es visto como insuficiente tanto por EE.UU. y el FMI como por buena parte de los países de la zona euro.

Todos los miembros de la eurozona deben ratificar la expansión del  EFSF para que entre en vigor. El acuerdo aumenta a 440.000 millones de  euros el fondo de rescate, le permite comprar bonos de los países en  problemas en el mercado, rescatar a los miembros que necesiten fondos y  ayudarles a recapitalizar sus bancos.