Birmania comienza la liberación de decenas de presos políticos, otro paso hacia la democracia
- Se espera que liberen a 300, pero según las fuentes son unos 2.000
Birmania ha comenzado la liberación de presos políticos, un paso fundamental en su transición democrática. Entre las decenas de excarcelados están intelectuales, políticos y religiosos.
Birmania (Myanmar), que hasta el mes de marzo ha estado gobernado por una junta militar, tiene unos 2.000 presos políticos, según las organizaciones de derechos humanos.
Esta semana, el régimen anunció una amnistía para 6.300 reos, incluidos presos políticos, aunque no había precisado cuántos de este colectivo.
Durante las primeras horas de este miércoles, familiares y compañeros han empezado a confirmar las liberaciones y una de las primeras que se ha confirmado ha sido la del humorista Zarganar, que fue arrestado en 2008 tras haber organizado una campaña de ayuda a las víctimas del ciclón Nargis. "He hablado con él y ya está libre”, ha dicho su cuñada Ma Nyein, según AFP.
Según una fuente del departamento de prisiones de país asiático citada por el periódico disidente Mizzima (publicado en La India), iban a ser liberados más de 300 prisioneros políticos, informa Efe.
La amnistía, firmada por el presidente, el exgeneral Thein Sein, coincide con el final de la cuaresma budista. Según el texto oficial, iban a beneficiarse de ella reclusos "ancianos, con mala salud o minusvalías cuyo comportamiento ha mejorado y que han cumplido un plazo adecuado de la condena".
Esta amnistía es la medida más importante de una serie de gestos aperturistas que el Gobierno ha adoptado en los últimos meses. Birmania está inmersa en una transformación hacia una "democracia disciplinada", según la Constitución aprobada en 2008.
La oposición democrática, encabezada por la nobel de la paz Aung San Suu Kyi --liberada en noviembre del año pasado--, boicoteó el referéndum constitucional y los comicios de 2010 que ganó Thein Sein, por considerar que se organizaron de forma antidemocrática, pero en los últimos meses ha abierto un diálogo esperanzador con las autoridades.
Estados Unidos y la Unión Europea reiterado en varias ocasiones a las autoridades birmanas que antes de estudiar el levantamiento de las sanciones impuestas al país primero deben dejar en libertad a todos los presos políticos.