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"Este año se han blindado de los abucheos en la Fiesta Nacional; y los abucheos van en el sueldo"

  • El público se queja de lo alejada que se ha situado la tribuna de autoridades
  • "Traigo a mi hijo porque es muy importante mantener las tradiciones"

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Los ciudadanos han aprovechado para fotografiarse con los tanques antes del inicio del desfile de la Fiesta Nacional.
Los ciudadanos han aprovechado para fotografiarse con los tanques antes del inicio del desfile de la Fiesta Nacional.

"Este año se han blindado contra los abucheos; y los abucheos les van el sueldo", comenta molesto a RTVE.es Jesús, un ciudadano habitual en el desfile de la Fiesta Nacional, que se queja de que se haya ampliado la zona de acceso restringido cercana a la tribuna de autoridades.

Pese a ello, se han podido oír silbidos y gritos de "Zapatero dimisión" en la zona del Paseo del Prado anexa a la parte de acceso solo con invitación, ubicada entre la puerta de Velázquez del Museo del Prado y la Plaza de Neptuno, donde se ubica la tribuna.

"Tienen los sueldos blindados y los abucheos blindados", afirma Jesús, mientras que Mercedes y María asienten a su lado. Eso sí, todos están de acuerdo en que en los momentos solemnes se debe guardar silencio y respeto, mensajes que se han lanzado por megafonía y en las pantallas instaladas en varios puntos del recorrido.

No obstante, a través de esas pantallas, y pese a que no se ha anunciado por megafonía y sí se había hecho con los Reyes, el público ha podido ver la llegada del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, momento que un grupo numeroso ha aprovechado para abuchearle. Aunque lejanos, los gritos y silbidos podían escucharse cerca de la tribuna.

"Los han separado demasiado de la gente", cuenta Mercedes, mientras que María coincide en que la tribuna de autoridades debía haber estado "más cercana" a la gente.

"Todo el mundo sabe que esto lo han hecho por miedo a los abucheos", asegura Domingo Escudero, invitado en la zona de acceso restringido. Aunque se confiesa socialista, considera que la ministra de Defensa, Carme Chacón, una "traidora a España" por haber "atacado y pisoteado la bandera de España antes de ser ministra" y por haber "hecho lo posible por desprestigiar a las Fuerzas Armadas".

"Es muy importante seguir las tradiciones"

"Traigo a mi hijo para que conozca y siga las tradiciones", comenta a RTVE.es José, que ha venido a la capital desde el cercano municipio de Fuenlabrada con Alejandro, de 8 años, que es la primera vez que asiste al desfile porque antes "era muy pequeño". El niño, encaramado en una caja de registro de semáforos del Paseo del Prado, confiesa que tenía "muchas ganas de venir".

Las imágenes de padres con hijos y abuelos con nietos se repiten por todos los puntos del recorrido que este año ha estrenado el desfile de la Fiesta Nacional, entre Atocha y Colón. El cambio no ha convencido a algunos, como Antonio, que creo que es "peor" porque el Paseo del Prado tiene "menos anchura" que la Castellana, o Germán, que lamenta que "con los árboles no se ven bien los aviones".

A Jorge le gustaba más el recorrido tradicional "porque era más bonito terminar en Colón, delante de la bandera", aunque admite también que la zona del Prado es "más bonita".

Jorge va acompañado de su hijo,  Coco, que pese a tener solo 11 años ya ha visto 12 desfiles"El primero lo vi con dos meses", afirma orgulloso ataviado con su uniforme de legionario, con chapiri -la tradicional gorra legionaria- incluido. "Vivíamos en Gregorio Marañón y, después del biberón, bajamos a la calle", corrobora su padre, al que le parece bien que se haya pedido respeto al público en los momentos solemnes "porque es muy democrático expresar las opiniones, pero hay momentos en que debe guardarse respeto".

Cafés a 50 céntimos y poca venta de banderas

La crisis también se deja notar en la Fiesta Nacional, además de en la reducción del número de militares en el desfile, en las ventas de banderas de España. "Este año está la cosa muy mal. No compran nada", asegura una vendedora de enseñas nacionales a dos euros.

En un oasis frente a la crisis se ha convertido la cantina militar instalada al principio de la Cuesta de Moyano en un camión del Ejército que, por tercer año, ofrece comida y bebida a precios muy populares: "Coca-cola, 0.60"; "Fanta, 0.50", "Cerveza sin, 0.50", "Café solo, 0.30", "Café con leche, 0.50", "Bocadillo queso/salami, 1.20".

"Nos han sorprendido los precios", aseguran Daniel y Raquel, de 21 y 19 años, mientras que se avituallan con cafés y bocadillos para enfrentar la mañana del desfile. "Es muy bonito, no me lo esperaba así. Y por la tele no se ve cuánta gente hay", comenta emocionado Daniel, que viene desde Talavera de la Reina y que pretende aprovechar después para entrar gratis al Palacio de Linares, en la jornada de puertas abiertas instaurada por muchos museos y monumentos.

La emoción de militares y familiares

"Es muy emocionante poder desfilar por primera vez, sobre todo por la familia", explica poco antes del comienzo del desfile Francisco Javier, de la Batería Real, mientras atiende a los caballos.

"Es un orgullo estar aquí", explica un oficial del Grupo de Caballería de Reconocimiento nº 7, una unidad creada hace poco más de un año y medio, perteneciente a la BRILAT de Pontevedra y que participa por primer año en el desfile, mientras que numerosos ciudadanos aprovechan para fotografiarse con los tanques antes de empiecen los actos.

Para otras unidades, aunque es "un placer" estar en el desfile, también es "duro", nos comenta el soldado Caballero. Y es que pertenece a la Brigada Logística de Colmenar, "los primeros en venir -desde las 04.30 horas- y los últimos en irnos", ya que vienen a ser como los "boxes" del desfile militar y deben estar preparados para reparar cualquier avería de los vehículos militares.

También viven con emoción el desfile los familiares de los militares que participan en él. Es el caso de unos abuelos que ha viajado desde Galicia expresamente para "ver a su nieto", que es oficial. También Patricia ha venido con su hija y su sobrina para ver a su hijo, que está en la Escuela Naval.

Otro grupo de jóvenes, todos de 16 años, han madrugado para llegar desde Parla y Rivas a ver el desfile militar. Son aficionados al 'airsoft' -un juego de estrategia de simulación militar parecido al 'paintball'- y no quieren perderse detalle. Además, cuatro de ellos tienen "en mente" convertirse en soldados profesionales.

Parece que hay vocaciones para continuar el desfile de la Fiesta Nacional durante años.