EE.UU. aprueba al fin el Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur y Colombia
- Las cuestiones sobre derechos humanos en Colombia frenaban su aprobación
- El acuerdo con Seúl es el más importante que firma EE.UU. desde 1994
- La Casa Blanca dice que ayudarán a crear 250.000 empleos
El Congreso de Estados Unidos ha aprobado los Tratados de Libre Comercio con Colombia, Corea del Sur que llevaban años bloqueados, en el primer caso tras levantar sus reparos a las violaciones de derechos humanos y en el segundo por la complejidad de abrirse a un mercado tan competitivo. No en vano es el acuerdo más importante de este tipo que firma Washington en 17 años, y con todos ellos espera que ayuden a crear empleo en un momento en que esta cuestión se ha convertido en una prioridad para Barack Obama.
De los tres pactos, el de Colombia ha sido el más espinoso y los reparos han vuelto a esgrimirse en la votación definitiva de este miércoles (madrugada del jueves en España). "Me parece profundamente preocupante que el Congreso siquiera esté sopesando un acuerdo comercial con un país que tiene el récord mundial de asesinato de sincalistas", ha expresado la legisladora demócrata de California, Maxine Waters.
Los republicanos por su parte han considerado de forma mayoritaria que el país, presidido desde el año pasado por Juan Manuel Santos, ha hecho avances en materia de seguridad y derechos humanos. Finalmente, ha salido adelante con 262 votos a favor y 167 en contra en la Cámara de Representantes, y 66 a favor y 33 en contra en el Senado.
Empleos en EE.UU.
Hasta ahora, Estados Unidos tenía 11 acuerdos comerciales con 17 países y, para la Administración Obama, los TLC son el motor que impulsará el crecimiento económico y la creación de empleos mediante un aumento de las exportaciones.
En concreto, según datos de la Casa Blanca, los acuerdos con estos tres países ayudarán a crear 250.000 empleos y aumentarán las exportaciones por unos 13.000 millones de dólares.
El acuerdo con Corea del Sur (séptimo socio comercial de EE.UU.) es el de mayor tamaño que suscribe Washington desde la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994. han sido necesarias muchas negociaciones para imponer límites en campos como la automoción, por los temores de EE.UU. a la competitividad de los productos surcoreanos.
Lo revelador y significativo de la votación de estos tratados, negociados entre 2006 y 2007 durante la presidencia de George Bush, ha sido que, en general, los republicanos, acérrimos críticos de Obama, los han respaldado casi al unísono mientras que muchos demócratas desoyeron a la Casa Blanca y han votado en contra.
Temores y oportunidades de un TLC
Un acuerdo de libre comercio suele tener grandes efectos (positivos y negativos) en determinados sectores productivos de los países firmantes. En el caso del acuerdo de EE.UU. con Colombia, los efectos deberían ser mayores en el país suramericano que en la superpotencia. Y también los temores, sobre todo en el sector agrario.
En este sentido, un buen ejemplo es el arroz, de cuya producción viven medio millón de personas en el país. Colombia produce anualmente dos millones de toneladas métricas, que sirven para satisfacer la demanda nacional. Con el nuevo escenario, EE.UU. podrá vender su arroz (con un límite anual que irá creciendo y empezará en 79.000 toneladas) que es más barato.
En el lado contrario, se espera que el sector textil colombiano multiplique sus exportaciones a EE.UU. al no pagar aranceles. Con todo, las previsiones del Gobierno conservador colombiano son que el TLC con EE.UU., que ya era su principal socio comercial, hará que la economía del país crezca entre un 0,5 y un 1% y que se creen 300.000 empleos en los próximos cinco años. [Datos de la agencia Reuters]