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Merkel pide a EE.UU. que no dé lecciones y apoye la tasa sobre transacciones financieras

  • La canciller reclama a Washington que deje de bloquar la tasa Tobin
  • No descarta una quita de la deuda griega pero descarta los eurobonos
  • Los ministros de finanzas del G-20 se reúnen este fin de semana

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Merkel, durante su discurso ante el sindicato metalúrgico de Karlsruhe.
Merkel, durante su discurso ante el sindicato metalúrgico de Karlsruhe.

La canciller alemana, Ángela Merkel, ha hecho un llamamiento a los países que dan lecciones a Europa sobre cómo salir de la crisis de deuda para que dejen de negarse a aplicar una tasa sobre las transacciones financieras, en una clara alusión a Estados Unidos de cara la próxima cumbre del G-20.

"No es posible que los que desde fuera de la zona euro nos dicen que tomemos acciones contra la crisis se nieguen al mismo tiempo a a la instauración de una tasa sobre las transacciones financieras", ha declarado la canciller en un congreso del poderoso sindicato metalúrgico IG Metall en Karslruhe, al sur de Alemania.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, pedía hace unos días a Europa que acudiese con un plan claro para salir de la crisis de deuda en la cumbre del G-20.

Varios miembros del G-20, como Japón o Brasil, son favorables a la creación de esa tasa, pero es rechazada por Estados Unidos y China.

De hecho, no hay unanimidad en Europa, donde solo media docena de países de los 27 se han pronunciado a favor hasta ahora, aunque entre ellos están Francia y Alemania, con Reino Unido como principal opositor.

Ente las prioridades alemanas para la cumbre del G-20, que se celebrará en la localidad de la costa azul francesa de Cannes entre el 3 y el 4 de noviembre, Merkel ha citado la "regulación de los mercados financieros y los bancos de riesgo sistémico", esto último "ya hecho en Alemania".

Para resolver la crisis de la zona euro, Merkel ha declarado que una quita de la deuda griega, "solo podría realizarse para evitar un mal mayor" y permitir al país reformarse para mejorar su competitividad.

También ha reiterado su oposición a los eurobonos, "que no serían una solución milagrosa y elevarían las tasas" de refinanciación de Alemania.

Reunión en París

Los ministros de Finanzas y los responsables de los bancos centrales del G-20 se reunirán entre el viernes y el sábado en París para preparar la cumbre de Cannes.

La reunión arranca a las 19:00 horas y en ella el principal tema sobre la mesa es la posibilidad de que la crisis de la eurozona provoque una recesión a nivel mundial, un riesgo del que EE.UU. lleva advirtiendo desde hace semanas con palabras cada vez más duras.

Europa acude al G-20 un poco más animada al superar los últimos  obstáculos para poner en marcha la ampliación del plan de rescate tras  la luz verde del Parlamento de Eslovaquia.

El objetivo claro  de la eurozona es llegar con los deberes hechos a la cumbre de Cannes  tras las medidas acordadas en el próximo Consejo Europeo, que se ha  retrasado hasta el 23 de octubre para ultimar las medidas necesarias,  entre las que estarían la recapitalización bancaria, un nuevo refuerzo  del plan de rescate y una eventual quita de deuda griega, que podría  llegar al 50%.

Mientras, lo grandes países emergentes quieren proponer ampliar la capacidad del FMI para que sea un cortafuegos en la propagación de la crisis de la deuda en Europa.

"Los recursos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF) y el FMI sería insuficientes si el contagio continúa", ha advertido el viernes en París el ministro sudafricano Pravin Gordhan.

En este caso, ha defendido, los países conocidos como BRIC (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) estarían dispuestos a aumentar su aportación a cambio de lograr una mayor influencia en la institución, una meta que llevan persiguiendo desde hace tiempo.