Los F-18 desplegados por Defensa en Libia regresan este sábado a España
- El Gobierno considera que la situación en Libia se está "normalizando"
- Han participado en misiones de vigilancia del espacio aéreo libio
- España mantiene desplegados tres aviones y la fragata Álvaro Bazán
Este sábado regresan a la base de Zaragoza los cuatro cazabombarderos F-18 que España tiene desplegados en la misión internacional en Libia, como anunció la ministra de Defensa, Carme Chacón, durante el desfile de la Fiesta Nacional.
El grueso del destacamento aéreo, unos 60 militares, volverá el martes en un avión de transporte y serán recibidos por Chacón.
La decisión del Gobierno español, acordada con el mando internacional de la operación, se basa en el hecho de que el Consejo Nacional de Transición libio esté "normalizando el país", según palabras de Chacón.
Sin embargo, los cazas se mantendrán alistados en sus bases, preparados para reincorporarse a la operación en el caso de que fuera necesario.
Con el regreso de los F-18 se pone fin a casi siete meses de operación, en la que los cazabombarderos españoles, desplegados en la base de Demimomannu -al sur de la isla italiana de Cerdeña- han tomado parte en tareas de vigilancia del espacio aéreo libio dentro de la operación 'Unified Protector', por lo que no han participado en operaciones de ataque.
Una aportación, la española, que la portavoz adjunta de la OTAN, Carmen Romero, ha calificado de "inestimable" y que ha sido "completamente coordinada por la Alianza Atlántica".
Protección a los civiles contra "los ataques de Gadafi"
La presencia del contingente militar español en Libia fue aprobada por Congreso de los Diputados el pasado 22 de marzo, cuatro días después de que el Consejo de Seguridad de ONU autorizara a sus estados miembros y a organizaciones regionales como la OTAN tomar "todas la medidas necesarias para proteger a la población civil libia de los ataques de Gadafi".
También establecía una zona de exclusión aérea, el control del embargo de armas y hacer llegar y canalizar la ayuda humanitaria.
A finales de junio, el Gobierno español prorrogó la misión en Libia, con la participación unos quinientos militares, además de medios aéreos y navales.
En total, los cuatro F-18, un submarino -que, como los aviones, también regresa a España-, además de dos aviones de reabastecimiento en vuelo, un avión de vigilancia marítima y la fragata Álvaro Bazán, que permanecerán prestando apoyo a la misión internacional.
El Mc Donnell Douglas F-18 Hornet es un potente avión de combate, desarrollado a lo largo de los años 70, cuya principal característica es que permite llevar a cabo tanto misiones aire-aire como aire-superficie. Por esa razón fue elegido para esta misión en Libia.
El Ejército del Aire cuenta con 96 aparatos F-18, 12 de ellos biplaza. En 1983 se adquirieron 72 aviones de este modelo y, posteriormente, Defensa compró a Estados Unidos un lote de excedentes de sus Fuerzas Aéreas.
El F-18 puede alcanzar una velocidad máxima de 1.8 Mach, tiene capacidad de reabastecimiento en vuelo y está equipado con un cañón vulcan de 20 mm., dos misies Sparrow y dos misiles Sidewinder.