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'Eva', robots con sentimientos en el sorprendente debut de Kike Maíllo

  • 'Es una lección sobre la imperfección del ser humano', asegura Maíllo
  • Es la gran tapada de los Goya con 12 nominaciones

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"Eva", primer largometraje de Kike Maíllo

"Eva es una historia emotiva que pretende ser una lección sobre la imperfección del ser humano", según el director novel Kike Maíllo, que ha protagonizado un esperanzador debut con esta inquietante película en la que el gran protagonista son los sentimientos, tanto de humanos como de máquinas. Una interesante cinta de un joven realizador que ha acumulado12 candidaturas a los Goya y que ha cosechado estupendas críticas en festivales tan distintos como Sitges y Venecia.

"Cuando los robots sean tan sofisticados como los humanos serán tan imperfectos como los humanos", asegura Maíllo, que ha confesado que su intención era hablar de la condición humana tomando como pretexto las máquinas del futuro.Eva a veces recuerda a Inteligencia Artificial (Spielberg) por su planteamiento, pero su desarrollo es muy, muy diferente.

Un elenco protagonista de lujo

En la película, el actor Daniel Brühl es Alex, un joven diseñador de máquinas que vuelve al pueblo en el que creció con la intención de dar vida a un robot, pero sus expectativas se ven condicionadas por la aparición de Eva, una niña muy especial, y su reencuentro con Lana (Marta Etura), su antiguo amor, que ahora está casada con su hermano.

La otra pareja protagonista es la formada por Etura y Alberto Ammann (que repiten como novios tras Celda 211); un joven y exitoso matrimonio, los padres de la niña Eva y que ocultan un secreto que será el desencadenante de toda la trama.

Mención aparte merece Eva (Claudia Vega). Escogida entre miles de niños y tras visitar decenas de escuelas, es el descubrimiento de la película y el motor de la historia. La niña asegura que, de mayor, "Quiero ser actriz".

Su nominación a los Goya estaría cantada si no fuera por la nueva regla que impide premiar a los menores (Un reglamento que ya habría que reconsiderar este año en que también ha destacado la joven protagonista de Mientras duermes).

Luis Homar, en el papel de un avanzado mayordomo robot también está genial en su papel del robot más humano. Y destacamos el estupendo diseño de los robots, sobre todo el del gato-mascota (Si fuera una película americana se venderían muñequitos como churros)

Un inquietante escenario

La película está ambientada en un indeterminado paisaje nevado de montaña (la película se rodó en Suiza y en el Pirineo aragonés), y aunque la acción está situada en el año 2041, el vestuario y la estética general de la película es claramente 'vintage', algo que el director ha justificado porque quería proponer un futuro no muy lejano.

Situar el filme en la nieve responde a una decisión estética ("para la audiencia española la nieve es algo exótico") y porque un ambiente nevado hace mucho más evidente la idea de hogar como lugar cálido y de acogida.

Las tres leyes de la robótica

Creadas por Isaac Asimov en su relato Runaround (1942), han estado presentes en casi todos los relatos y películas rodados desde entonces. Según el popular autor servirían para contrarrestar un supuesto "complejo de Frankenstein", es decir, un temor que el ser humano desarrollaría frente a unas máquinas que pudieran rebelarse y alzarse contra sus creadores. La desobediencia de alguna de ellas, o de todas, suele ser el comienzo de la historia. Establecen lo siguiente:

1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño

2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley

3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley

Tres reglas que, por supuesto, también se incumplen en esta película en la que, precisamente, se trata de crear robots con sentimientos.

No repasaremos aquí la historia de los robots en el cine, porque para eso ya tenéis el estupendo reportaje Robots, Inteligencia Superior, que Virginia García realizó para el añorado programa 'Cartelera'.

Estupendos efectos especiales

Lleno de efectos especiales y con un gran trabajo de postproducción digital, Maíllo ha reivindicado a través de su película la capacidad de la industria española para rodar un filme de estas características, unas posibilidades de las que dudaba incluso el protagonista cuando le ofrecieron el papel.

"Una 'peli' de robots 'made in Spain' y con un director que no conozco, no sé yo...", ha bromeado Brühl, que se ha mostrado impresionado por el resultado final de un rodaje en el que pasó la mayor parte del tiempo haciendo movimientos en el vacío, con la única ayuda de un 'croma key' y mucha imaginación.

Las secuencias de creación de los sentimientos de los robots, que recuerdan a otra película de Spielberg (Minority report) son brillantes. Al igual que una tensa secuencia de enfrentamiento entre uno de los autómatas y Brülh.

En fin, un intrigante e inteligente debut, en un género tan ignoto para el cine español como la ciencia ficción, que nos hace esperar grandes cosas de Kike Maíllo.