Enlaces accesibilidad

El satélite alemán fuera de servicio caerá a la Tierra esta semana

  • Lleva apagado desde 1999 y continúa perdiendo altura
  • Se desconoce el lugar donde podría caer

Por
Rosat, un proyecto conjunto entre el país germano, Estados Unidos y Gran Bretaña, pesa 2,4 toneladas y se encontraba fuera de funcionamiento desde 1999
Rosat, un proyecto conjunto entre el país germano, Estados Unidos y Gran Bretaña, pesa 2,4 toneladas y se encontraba fuera de funcionamiento desde 1999

El satélite alemán de rayos X Rosat, fuera de servicio desde 1999 pero aún en órbita, impactará contra la Tierra entre este viernes y el lunes en un punto aún sin determinar, según ha informado el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).

Los expertos habían pronosticado que el satélite caería sobre la Tierra entre el 20 y el 25 de octubre, pero a medida que se acerca la fecha del impacto, mayor es la precisión con la que se puede calcular el momento en que tendrá lugar.

A día de hoy, el margen de cálculo oscila en más/menos dos días y un día antes del impacto se reducirá a más/menos cinco horas.

Definir el lugar del impacto es muy complicado por su elevada velocidad

Sin embargo, definir el lugar exacto del impacto es más complicado, principalmente por la elevada velocidad del Rosat -una vuelta completa a la Tierra dura sólo 90 minutos-, así como por la rotación de nuestro planeta sobre su propio eje, señaló Andreas Schütz, portavoz del DLR, con sede en Colonia.

Por el momento, los expertos tan sólo pueden precisar que el Rosat caerá sobre la Tierra entre los 53 grados de latitud norte y los 53 grados de latitud sur.

La posibilidad de que alguno de los restos del Rosat cayeran sobre una persona es de una entre 2.000, estiman los científicos.

Durante su misión, entre 1990 y 1999, el Rosat, de casi 2,5 toneladas de peso, giró alrededor de la Tierra en un una órbita elíptica a una distancia de entre 585 y 565 kilómetros de la superficie terrestre.

Desde que fue puesto fuera de servicio, el satélite alemán pierde altura continuamente debido a la fricción con la atmósfera terrestre, de manera que a principios de septiembre pasado la distancia con la Tierra se había reducido hasta unos 290 kilómetros y actualmente, según Schütz, es de 240 kilómetros.

Cuando el Rosat ingrese en la atmósfera a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora, el satélite se romperá en pedazos y la mayor parte se desintegrará debido al extremo calor generado por el rozamiento.

Sin embargo, los últimos análisis señalan que hasta 30 pedazos -principalmente restos del espejo del telescopio, muy resistente al calor- podrían precipitarse sobre la superficie terrestre.

El fragmento más pesado podría pesar hasta 1,6 toneladas, según los expertos.

Problemas en los satélites

Este caso se une al episodio vivido hace dos semanas, cuando el satélite UARS hizo su reentrada en el planeta de manera descontrolada. Finalmente, UARS cayó en el Pacífico, sin provocar daños en zonas habitadas.

Ahora, los expertos de la NASA señalan que habría que estudiar la situación de la 'flota' de satélites en el espacio. Otro satélite canadiense, Anik F2, ha mantenido en los últimos días en vilo a los científicos.

Este aparato, que ofrece servicios entre otros servicios conexión a internet a clientes canadienses y estadounidenses, sufrió el pasado 6 de octubre un fallo por error en el software que lo tuvo inhabilitado 12 horas.

En un principio se barajó la posibilidad de que Anik F2 también pudiera caer a la Tierra, aunque finalmente dejó a millones de usuarios sin Internet y a 48 vuelos en tierra, con unos 1.000 pasajeros afectados.