Caixaforum Madrid acoge la retrospectiva sobre Delacroix más completa realizada en España
- La muesta más completa sobre Delacroix desde la realizada en París en 1963
- Organizada junto al Museo del Louvre, reúne 130 obras de colecciones públicas y privadas
- Hasta el 15 de enero en Madrid y luego en Barcelona
Han llegado de algunos prestigiosos museos del mundo -National Gallery, Metropolitan, Orsay- así como de colecciones privadas. Son 130 obras, entre óleos, acuarelas y producción gráfica que incluye dibujos y grabados, que constituyen la mayor retrospectiva sobre el pintor romántico realizada en España.
Delacroix 1798-1863 (fechas de nacimiento y muerte del pintor) es también la muestra más compleja y más completa llevada a cabo, a nivel internacional, desde la celebrada en París, en 1963, con ocasión del centenario de la muerte de Delacroix.
En esta ocasión tendremos casi tres meses para contemplarla en la capital de España, desde este miércoles hasta el 15 de enero de 2012. Después viajará a Barcelona, donde convivirá desde febrero con una amplia retrospectiva sobre Francisco de Goya que influenció la producción gráfica de Delacroix.
"Cuando pinto un cuadro, no escribo un pensamiento"
Esta frase del artista nacido en Charenton-Saint-Maurice en 1798, resume bien su cuestionamiento de la necesidad del tema en la pintura. Para él lo que podía producir emoción desde un lienzo eran valores como la materia, la luz o el color, más allá de las escenas que se representen.
Dar a conocer esta orientación de Delacroix, asociado muchas veces únicamente a sus composiciones de tema histórico, es uno de los objetivos de la retrospectiva comisariada por Sébastien Allard, jefe del departamento de pintura del Museo del Louvre En ella, podemos ver la faceta de Delacroix, como un revolucionario enfrentado a las rígidas convenciones del arte neoclásico.
La exposición nos permite contemplar obras de Delacroix -repetidas tantas veces en libros de historia y arte- que se han convertido en referentes de nuestra cultura visual como Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi, La muerte de Sardanápalo el Autorretrato con chaleco verde, pintado en 1837.
La muestra recorre toda la evolución de este pintor francés calificado por Baudelaire como "el más moderno de los artistas" de su tiempo. Desde sus inicios, cuando buscaba inspiración en creaciones artísticas y textos literarios, hasta la etapa final de síntesis del conjunto de su obra, en la que repitió temas tratados anteriormente con una nueva perspectiva.
Otro de los asuntos principales de la muestra será la reunión de todos los grandes lienzos orientalistas en torno a uno de los lienzos más famosos de Delacroix: Mujeres de Argel en sus habitaciones. En 1832, Delacroix realizó un viaje a Marruecos, con distintas escalas en España. Tomó muchas notas del natural de una región que le proporcionaría un gran repertorio de nuevos motivos exóticos.
Podemos verlo igualmente en cuadros como El caíd o Los derviches de Tánger donde el color se convierte en protagonista.
Algunos temas (y salas) de la exposición
El desnudo, en el que antepuso la fascinación por la luz y el color a la precisión anatómica, está representado por la tres versiones del retrato (de la mulata) Aspasia, que podemos considerar como una extraordinaria investigación sobre el color.
Las 17 planchas sobre el Fausto de Goethe nos remiten a la literatura como poderosa fuente de inspiración en Delacroix. En ellos, el pintor dejó a un lado el tema del amor par centrarse en la relación entre Fausto y Mefistófeles. Goethe diría: "Delacroix es un artista de un talento raro que ha encontrado en Fausto el alimento preciso que necesita" y añadiría que con esas escenas superó su propia visión.
Lord Byron se convirtió en figura tutelar para el artista francés. El le sugirió temas exóticos como Sardanápalo o el combate de Giaur y Hassán. Las ideas políticas de Byron calaron también hondo en Delacroix quien dedicó varias obras a la guerra de independencia griega frente al Imperio Otomano. En la sala dedicada al drama de Grecia, podemos ver por ejemplo, una acuarela y un estudio de La masacre de Quíos, que evoca la matanza de 20.000 griegos.
Otra obra presente en esa misma sala, Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi fue pintado en 1826 para una exposición en beneficio de los revolucionarios griegos y es también un homenaje a Byron, quien había muerto en la ciudad griega que da título al cuadro en 1824.
Entre 1820 y 1830, la obra de Delacroix experimentó la influencia de la pintura inglesa. El francés interpretó el retrato británico en de acuerdo con su propia personalidad. La obra más relevante de este periodo sería el Retrato del barón Schwiter.
El sentimiento religioso, aunque no tan relevante en la obra de Delacroix, dio lugar a su versión de San Sebastián y sus Crucifixiones
Las series de Delacroix están representadas, entre otras por El rapto de Rebeca inspirado por Ivanhoe de Walter Scott.
En cuanto a bocetos, la muestra nos permitirá contemplar el extraordinario estudio preliminar de La caza de los leones, un cuadro inspirado en Rubens que Delacroix presentó en la Exposición Universal de París de 1855.