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Tres ministras de Evo Morales son expulsadas de la marcha pacífica de los Indígenas de Bolivia

  • Llevan 65 días caminando en protesta por la vía que atravesará la Amazonía
  • A finales de septiembre tuvo lugar una violenta represión contra ellos

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Tres ministras del presidente  Evo Morales han sido abucheadas y expulsadas del campamento de los índigenas de Bolivia que marchan contra el proyecto de carretera a través de la Amazonía, informa la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano  (Cidob) además de ser confirmada por la propia ministra de  Transparencia a la agencia oficial ABI.

Ya no es hora de que vengan a hacerse las solidarias, no hicieron nada cuando la policía nos reprimió

La ministra de Justicia, la ministra de Desarrollo Rural y  la titular de Transparencia -que ha confirmado su expulsión a la agencia oficial ABI- llevaron ropa y alimentos al caserío de Urujara, en la entrada de La Paz. Allí fueron abucheadas y obligadas a marcharse por la violenta represión que sufrieron los indígenas el pasado 25 de septiembre y que se saldó con la dimisión de cuatro altos cargos del gobierno boliviano.

La represión de las manifestaciones indígenas en Bolivia contra una carretera que atravesaría la Amazonía está pasando factura a Evo Morales. El proyecto se ha paralizado, pero las protestas continúan. Buscamos las claves para comprender el conflicto. En la Bolivia de hoy, hay una carretera que está abriendo brecha entre el presidente Evo Morales y algunos de los pueblos originarios que le apoyaron como dirigente del país. En el Parque Isiboro Sécure viven 64 comunidades nativas y dejó de ser un espacio protegido cuando, en 2008, el gobierno boliviano dio su visto bueno a una carretera que lo atravesará completando el corredor comercial entre el Atlántico y el Pacífico, entre Brasil, que financia el proyecto, y Chile. Llegado el momento de la construcción, diversas organizaciones indígenas y sociales marchan en contra. Denuncian una mayor exposición al saqueo de las tierras y de los recursos. La semana pasada, la tensión explota cuando la policía interviene para dispersar a los manife

Ese día, medio millar de policías atacó con gases y porras a 1500 indígenas que se oponían a la construcción de una carretera de más de 300 kilómetros financiada por Brasil y que dividiría en dos el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). Las fuerzas de seguridad golpearon y amordazaron a mujeres y dirigentes de etnias para trasladarles a la fuerza en autobuses y camionetas.

"Ya no es hora de que vengan a hacerse las solidarias, no hicieron  nada como mujeres, ni como madres, cuando los policías nos reprimieron  el 25 de septiembre. Aquel día ellas debieron intervenir por nosotras,  que fuimos golpeadas en el monte" ha señalado Judith Rivero, la vicepresidenta de la Confederación de Mujeres Indígenas de Bolivia.

Más de 60 días de marcha

Los indígenas, que ya están a solo 10 kilómetros de La Paz, han cumplido este martes 65 días de marcha pacífica desde la ciudad de Trinidad. Consideran insuficiente el anuncio realizado por Morales de parar el proyecto de carretera y le exigen la suspensión definitiva de la carretera.

Los indígenas bolivianos continúan su protesta para paralizar una carretera que cruza su territorio

Además de la violenta represión policial, la marcha ha superado en los dos últimos meses una intensa campaña oficial de desprestigio que le acusa sin argumentos de estar al servicio de la derecha y el imperialismo.

Unos 2.000 amazónicos llegarán este miércoles a la plaza Murillo, sede del Gobierno y del Legislativo tal y como hicieron en 1990 los primeros indígenas de esa misma región para exigir respeto a su territorio.

La marcha llega dos días después de que Morales sufriera su primera derrota desde 2005 en unos comicios judiciales donde los votos en blanco y nulos superaron el 60%. Una pérdida de popularidad que va pasando factura al presidente de Bolivia. Tras dos meses rechazando un diálogo directo con los indígenas, los mismos que le ayudaron a obtener la presidencia en 2005, Evo Morales ha aceptado esta opción.