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El 20N, primeras elecciones generales de la democracia libres de la amenaza de ETA

  • Ninguna tregua de la banda había coincidido hasta ahora con unos comicios
  • Sí ha estado presente en otras citas electorales cometiendo asesinatos
  • El último día de campaña de las generales de 2008 asesinó a Carrasco
  • En las primeras elecciones democráticas, en 1977, cometió 56 atentados
  • ETA rompió su último 'alto el fuego' con un atentado mortal en la T4 en 2006

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Con el comunicado con el que ha anunciado el "cese definitivo" de la violencia, la organización terrorista ETA ha entrado nuevamente de lleno en una campaña electoral, la de los comicios generales del 20N, aunque en esta ocasión de manera distinta, porque en vez de cometer asesinatos o secuestros ahora se compromete a dejar la violencia para siempre. No es la primera tregua de la banda, pero sí la que coincide con unos comicios generales.

La primera "tregua indefinida y sin condiciones" de la banda se produjo el 16 de septiembre de 1998, y ETA anunció el final de este 'alto el fuego' en noviembre de 1999. Otro 'alto el fuego permanente' se produjo en marzo de 2006, pero la banda lo rompería nueve meses después.

Una de las últimas apariciones de ETA en unos comicios fue hace más de tres años, cuando los partidos culminaban la campaña electoral de las últimas elecciones generales, ETA asesinó entonces en Mondragón (Guipúzcoa) al exconcejal socialista Isaías Carrasco.

Era el 7 de marzo de 2008, último día de campaña, cuando un etarra acabó con la vida de Carrasco al dispararle cinco tiros nada más subirse a su coche para dirigirse al trabajo.

Los partidos cancelaron sus mítines y la muerte del exconcejal del PSOE marcó la jornada de reflexión de aquellas elecciones.

El asesinato se produjo después de que la banda se saltase su última declaración de "alto el fuego permanente", que rompió con un atentado en la T4 del Aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre de 2006, víspera de nochevieja, matando a dos personas.

Campaña sin amenazas, por primera vez

El asesinato de Carrasco no fue la primera vez que los etarras trataban de acaparar la atención pública en período electoral mediante la comisión de asesinatos u otros actos terroristas, situación muy diferente a la que ahora se plantea para las fuerzas políticas, que por vez primera van a hacer campaña sin la amenaza latente de un atentado etarra.

Sí hubo otra tregua antes de las elecciones generales de 2004, pero en aquella ocasión ETA había circunscrito su cese temporal de actividad a Cataluña, y de hecho los atentados islamistas del 11 de marzo, tres días antes de las elecciones, fueron atribuidos inicialmente por el Gobierno del PP a esta banda terrorista.

En estos comicios Batasuna, organización ilegalizada por su vinculación con ETA, se comprometió entonces a usar vías "exclusivamente políticas y democráticas", pero sin pedir de forma explícita a ETA que abandonase las armas. Arnaldo Otegi, líder de la formación que ahora está en prisión por enaltecimiento del terrorismoaseguró entonces que Batasuna había "movido ficha".

La relación de atentados cometidos por ETA en épocas de campaña o precampaña es muy prolija e incluye numerosos asesinatos, parte de ellos de políticos, colocación de bombas y secuestros.

Atentados previos a las elecciones

En la campaña de las primeras elecciones democráticas de 1977 hubo 56 atentados, la mayoría en el País Vasco.

Antes de los comicios generales de 1979, ETA asesinó a seis personas y secuestró a otras seis y en las municipales de ese mismo año mató a un policía e hirió a la excalcaldesa de Bilbao.

Siguió la particular campaña de atentados en las autonómicas de 1980con cinco personas muertas por atentados etarras en el mes previo a su celebración; igualmente en las generales de 1982, con tres asesinatos y colocación de varias bombas en Bilbao.

La campaña de las autonómicas vascas de 1984 fue suspendida tras el asesinato del senador socialista Enrique Casas; antes se habían producido otras dos muertes.

Cita de ETA con las urnas

La cita de ETA con las urnas se fue repitiendo año tras año, como en 1989, cuando un mes y medio antes de las elecciones legislativas asesinó en Madrid a la fiscal de la Audiencia Nacional, Carmen Tagle, o en 1995, cuando colocó una bomba con la que intentó matar en la precampaña de las elecciones europeas al entonces jefe de la oposición y presidente del PP, José María Aznar.

También era época de precampaña cuando en 1996 los etarras asesinaron primero al histórico socialista vasco Fernando Múgica y después al ex presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente.

En 2000, ETA rompió una tregua de quince meses y mató en fechas previas a las elecciones generales al secretario general de los socialistas alaveses Fernando Buesa, y su escolta, y en las autonómicas vascas de 2001 asesinó a cuatro personas, entre ellos un concejal del PSOE el senador del PP Manuel Jiménez Abad.