La posible ejecución de Gadafi por parte de los rebeldes consterna a la comunidad internacional
- Rusia denuncia la posible violación de la Convención de Ginebra
- La ONU y Amnistía Internacional piden una investigación sobre los hechos
- La muerte del dictador elimina la posibilidad de un incómodo juicio
- Empresas petrolíferas europeas obtuvieron contratos en los últimos años
La posible violación del derecho internacional en el fallecimiento de Muammar al Gadafi ha provocado la condena de Rusia y Sudáfrica, dos países que se mostraron desde un principio reacios a la intervención militar en Libia, y ha generado dudas en Naciones Unidas y en ONG internacionales, que ha pedido una investigación sobre los hechos.
"Categóricamente, no se le debía haber matado. Gadafi agotó su legitimidad hace mucho tiempo, pero el cómo ocurrió su muerte despierta por supuesto muchas dudas", ha denunciado Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, en declaraciones a la emisora de radio "Eco de Moscú".
Según Lavrov, "el derecho internacional dice que en los conflictos armados, y en Libia hubo y hay un conflicto, rige el derecho humanitario".
"Teniendo en cuenta el hecho de que había una orden de detención en contra de Gadafi, quien lo encontró habría tenido que arrestarlo y remitirlo a la Corte Penal Internacional, ha recordado el presidentde sudafricnao, Jacob Zuma.
"Hay cosas que pasan en la guerra. Ha que gente que ha sido asesinada y otra capturada. Se esperaba que Gadafi fuese arrestado si se le localizaba", ha añadido el presidente sudafricano.
La CPI anulará la orden de arresto
De permanecer con vida, las autoridades provisionales libias tendrían que haber decidido si someterle a un largo juicio en el país o entregarle a la Corte Penal Internacional (CPI).
En este sentido, la CPI ha matizado que retirará la orden de arresto del dictador libio Muamar el Gadafi cuando reciba "pruebas suficientes" que confirmen su muerte, ha indicado un portavoz del tribunal.
"En términos generales, si la muerte es confirmada y se presentan suficientes pruebas de ello ante la Sala Preliminar Primera, ésta podría decidir retirar el arresto contra él", ha declarado.
En esta orden de arresto están incluidas otras dos personas que no han sido aún capturadas: Saif al Islam Gadafi -del que se ha dicho que ha fallecido o que ha sido detenido sin que haya prueba aún de ello- y el jefe de seguridad del coronel.
La ONU pide una investigación
A la vista de las versiones contradictorias sobre la circunstancias de la captura de Gadafi, la oficina de la ONU para los derechos humanos ha anunciado que pedirá una investigación.
"No está claro cómo murió, es necesaria una investigación", ha dicho en Ginebra el portavoz de la oficina, Rupert Colville, quien ha calificado de "perturbadores" las imágenes de su muerte.
Una comisión internacional, dependiente del Consejo de Derechos Humanos, ya está investigando alegaciones de crímenes y torturas en Libia. Colville espera que este equipo investigará lo sucedido.
"Es un principio fundamental de legislación internacional que la gente acusada de crímenes graves debe ser juzgada, si es posible. Las ejecuciones sumarias son estrictamente ilegales. Es diferente si alguien muere en combate", ha explicado Colville.
También en Amnistía Internacional creen necesario aclarar lo ocurrido. "Si se le capturó con vida y se le mató, estamos hablando de un crimen de guerra", ha advertido Eva Suárez-Llanos, directora adjunta de AI España.
No obstante, Suárez-Llanos subraya que la desaparición del mandatario no debiera "restar posibilidades de hacer justicia", y ha pedido al CNT que garantice "la rendición de cuentas y la no impunidad para las violaciones de los derechos humanos en el pasado, en los últimos meses y ahora mismo".
AI denuncia que en este momento se están produciendo detenciones ilegales, secuestros y torturas y que el sistema legal es inexistente.
Por último, la muerte del exmandatario "priva al nuevo gobierno libio de la oportunidad de mostrarse mejores de lo que él era", explica Daniel Korski, miembro del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, en declaraciones a Reuters. "Además, se arriesgan a crear a hacer un mártir de un hombre cuyos actos en vida nunca le habrían garantizado ese mérito".
Juicio largo y conflictivo
La suerte de Gadafi ha sido similar a la de dictadores depuestos, como Ceaucescu, que no llegaron a comparecer ante un tribunal. Otros, como Sadam Hussein, negaron la legitimidad de la corte que les juzgaba y convirtieron las vistas en largos alegatos contra sus captores. El maltrato y los insultos a Sadam durante su ahorcamiento provocaron críticas locales e internacionales.
Los tribunales internacionales, sin embargo, sí han juzgado sin problemas a los genocidas de Ruanda, los responsables de la guerra en Liberia y Sierra Leona o a los criminales de guerra yugoslavos.
En el caso de Gadafi, la disyuntiva sobre el tipo de juicio, así como una eventual condena, habría podido reabrir las divisiones políticas y tribales entre los rebeldes, y envalentonar a sus partidarios.
Por otro lado, es más que posible que hubieran trascendido detalles sobre las relaciones entre la dictadura libia y los países europeos y EE.UU. durante el periodo en que Gadafi hizo todo lo posible por ser readmitido en la comunidad internacional.
En ese periodo, grandes empresas de hidrocarburos firmaron contratos con el coronel, incluyendo la italiana ENI, la francesa Total, la británica BP y la española Repsol. Con Gadafi se van también secretos sobre el terrorismo internacional de los años 70 y 80, cuando el régimen libio apadrinaba a grupos armados en todo el mundo, y sobre los detalles del atentado de Lockerbie en 1988.