Patrick Hennessey, exsoldado y escritor: "En Europa nadie escucha a los afganos"
- Combatió en Afganistán y fue el capitán más joven del Ejército británico
- Fruto de su experiencia ha escrito 'El club de lectura de los oficiales novatos'
- Participa en Getafe Negro, el festival de novela policiaca de Madrid
De cercaDe cerca
De la personalidad del británico Patrick Henessey (1982) asombra su aplomo y seguridad en si mismo. Bajo su inevitable flema inglesa, su aspecto de “niño bien” y su pedigrí- es licenciado en filología inglesa por la Universidad de Oxford y uno de sus abuelos fue un famoso oficial del ejercito británico - se esconde una determinación que le ha llevado a viajar por medido mundo- Balcanes, Irak, Afganistán- en importantes misiones bélicas. Tras siete meses en Afganistán, su último destino, Henessey volvió a casa. Tras atravesar por “tardes de autocompasión y sofá” ha retomado sus estudios de Derecho.
Patrick Hennessey confiesa que se enroló “por aburrimiento”, pero el ejército se le metió en las venas y transformó al joven de Oxford en curtido soldado. En Afganistán, participó en la sangrienta Primera Batalla de Helmand; con tan solo 25 años se convirtió en el capitán más joven de su país.
Fruto de la recopilación de los correos electrónicos que Hennessey envió a sus amigos desde el frente, surgió El club de lectura de los oficiales novatos (Los libros del lince, 2011), publicado inicialmente como un largo texto en la revista Literary Review.
El relato fue elegido mejor libro del año en 2009 por varios diarios británicos. Con ritmo vertiginoso, no esconde los episodios más violentos- su unidad perdió a un compañero y otros 11 resultaron heridos- y a su vez nos sumerge en las tripas de la “guerra moderna”, donde los soldados se enfrentan a sus miedos acompañados de sus inseparables i-pods, a ritmo de Pink Floyd o Amy Winehouse- “Rehab era una de las canciones más escuchadas”, ha afirmado Henessey.
El exsoldado visita estos días España para participar en Getafe Negro, el Festival de novela policiaca de Madrid (14 al 23 de octubre). Aporta su testimonio en la mesa redonda el Arte de la guerra, acompañado de Jon Sistiaga y Lorenzo Silva. Antes ha respondido a las preguntas de RTVE.es.
Pregunta: ¿Cuál es su peor y su mejor recuerdo de su misión en Afganistán?
Respuesta: Me resulta difícil distinguir entre los recuerdos porque fue una experiencia tan intensa que tengo muchos. Obviamente lo peor fueron las bajas y ver a tus compañeros heridos e incluso muertos. Es muy duro comunicar estas noticias a las tropas. Sin embargo, tengo muy buen recuerdo del trabajo con el Ejercito Nacional Afgano, con ellos he compartido el instinto de supervivencia y los logros después de operaciones difíciles.
P: ¿Echa de menos el ejército?
R: Echo de menos a mis amigos, el compañerismo y la aventura. Formar parte del ejército es maravilloso, incluso cuando te envían por el mundo. Pertenecer a una institución tan anclada en la historia tiene sus ventajas y sus incovenientes. Me encantaba ser un joven oficial pero no estoy seguro de cómo hubiera acabado. Lo añoro pero estoy contento de haberlo dejado.
P:¿Cómo le ha cambiado la vida la experiencia?
R: Creo que me ha dado perspectiva y te das cuenta de lo fácil que es la vida en casa. Especialmente ahora cuando en Europa todo el mundo se queja de los planes de austeridad y de la caída de los índices de riesgo. Comparado con las condiciones de vida de los afganos nuestras vidas son privilegiadas y vivimos rodeados de comodidades. Creo que ahora aprecio la vida un poco más, he aprendido que hay que estar a las “duras y a las maduras”. Me he convertido en una persona más relajada.
P: ¿Cómo se sintió al enfrentarse a la violencia y a la muerte?
R: En realidad nunca fui muy consciente del peligro, aunque seguro que lo sufrí. Cuando yo estuve en Afganistán (2007) los Talibanes no actuaban tanto con la población local. Cuando estábamos en una batalla sabíamos que luchábamos contra profesionales. Eran ellos o nosotros.
P: ¿Sufrió algún tipo de estrés postraumático al volver a casa?
R: He tenido la suerte de no haberlo sufrido pero conozco a gente que sí. Volver a casa y reajustar mi vida después de seis meses fuera fue difícil. Te sientes extranjero en el mundo que dejaste atrás. Al principio muchos de nosotros queríamos volver y nos sentíamos cómodos con el peligro, pero luego poco a poco todo volvió a la normalidad.
P: ¿Algún consejo para alguien que quiera enrolarse en el ejército?
R: Estar en forma física y mentalmente. Nunca sabes como vas a reaccionar cuando entras en combate pero si tienes la cabeza clara estarás mejor preparado para afrontarlo. Eso, y mantener intacto el sentido del humor.
P: ¿Cómo se sintió cuando se enteró de la muerte de Bin Laden?
Estaba volviendo a casa después de un fin de semana de juerga, y honestamente ¡tenía algo de resaca!. No estoy seguro del todo si sentí algo. Yo nunca pensé que estaba luchando contra Bin Laden individualmente y no me imaginé que estuviera tan implicado en las operaciones como al final lo estuvo. Supongo que ha sido un buen golpe de propaganda para Occidente.
P: En la “guerra moderna” los libros, la música y las nuevas tecnologías son esenciales para los soldados. ¿Cuáles eran sus libros favoritos en el frente?
R: Lo creas o no. Alicia en el país de las maravillas se convirtió en un libro extrañamente apropiado.
P: ¿Cuál es su película bélica favorita?
R: Es una pregunta difícil, porque tengo varias favoritas. Black Hawk derribado (Ridley Scott) me impactó y creo que capta la esencia de la batalla en la ciudad. La delgada línea roja (Terrence Malick) es bonita y muestra un retrato cercano de los soldados con naturalidad. Jarhead (Sam Mendes) y Buffalo Soldiers (Gregor Jordan) tocan la frontera de la locura en los conflictos modernos, un tema que a menudo se pasa por alto. Apocalipsis Now (Francis Ford Coppola) es simplemente épica, aunque no estoy seguro de que sea una película bélica. Es un gran film que va a hasta el fondo de lo que supone la guerra.
P: ¿A qué se dedica actualmente?
R: Soy abogado y no es tan diferente a ser soldado porque hay varias sorprendentes similitudes: hay que comunicar con efectividad, improvisar, y preparar el trabajo con esfuerzo. En los tribunales también sube la adrenalina, aunque no tanto como en Helmand (Afganistán).
P: ¿Volverá a escribir?
R: Trabajo en un libro sobre el Ejercito Nacional Afgano. En Europa hablamos sobre el conflicto en Afganistán pero nadie se molesta en en escuchar a los afganos. Quiero escribir desde este punto de vista.