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Europa reformará los tratados para aumentar la disciplina fiscal y llama la atención a Italia

  • La UE exige a Italia garantías de que las reformas aprobadas se cumplirán
  • La cumbre acaba sin acuerdos concretos, tal y como estaba previsto
  • No se descarta cambiar los tratados para que haya más unión económica

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"La cumbre de hoy no va a tomar decisiones concretas. Estas se adoptarán formalmente el próximo miércoles", subrayaba antes del inicio del Consejo Europeo la canciller alemana, Angela Merkel. Y no le ha faltado reunión. Los Veintisiete han finalizado la reunión sin ningún acuerdo concreto, aunque con buenas sensaciones para llegar a un pacto global para atajar la crisis de deuda el próximo miércoles en dos nuevas cumbres. Además, se han mostrado decididos estudiará una reforma de los tratados para aumentar disciplina fiscal. Y, en centro de todas las miradas, Italia, país presionado por el resto de socios para que cumpla con lo prometido y reduzca su deuda.

Así lo ha reconocido el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que se vio con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, antes de reunirse con el resto de líderes. "Le hemos pedido que nos dé garantías de que las medidas valientes que se aprobaron se van a poner en marcha a tiempo", ha señalado en la rueda de prensa posterior al consejo, donde también ha reconocido que Roma debe hacer "reformas en el mercado laboral o emplearse a fondo para luchar contra fraude fiscal".

"Vamos a trabajar codo a codo para que los otros miembros de la UE tengan la garantía de que Italia cumpla lo que nos ha prometido", ha remachado Van Rompuy. De la misma opinión es Alemania. Por eso la canciller alemana y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se reunieron también con el primer ministro italiano: le han pedido que acelere las reformas económicas en su país y que reduzca la deuda.

Reforma de los tratados

Los líderes de la UE se han mostrado también a favor de estudiar "una reforma limitada" de los tratados para mejorar el funcionamiento de la zona euro y aumentar la disciplina fiscal.

Hay que reforzar la convergencia económica de la zona euro

"El objetivo es profundizar en la unión económica y reforzar la disciplina presupuestaria. Si esto nos lleva a modificar los tratados, lo haremos", ha subrayado Van Rompuy, que presentará un informe en la cumbre comunitaria de diciembre próximo. Una reforma "limitada" significa que no supondrá "un cambio profundo de la arquitectura institucional" creada por el Tratado de Lisboa, ha afirmado el presidente del Consejo Europeo.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha afirmado que "no debe excluirse" un cambio del Tratado dentro de la búsqueda de mayor estabilidad macroeconómica en los países del euro. El primer ministro británico, David Cameron, ha recordado que los cambios en los tratados solo pueden aprobarse por unanimidad y ha asegurado que, en ese sentido, suponen "una oportunidad para el Reino Unido de avanzar en su propio interés".

El objetivo de la reforma sería "reforzar la convergencia económica de la zona euro, mejorar la disciplina fiscal y profundizar la unión económica", según el texto de conclusiones aprobado por los jefes de Estado y Gobierno de los Veintisiete.

Siguen las negociaciones

Durante el Consejo Europeo se han analizado los preacuerdos alcanzados este sábado por el Eurogrupo y el Ecofin para calcular las necesidades de capital de los bancos y la cantidad de deuda que deberá perdonarse a Grecia. Según el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, el ansiado acuerdo sobre Grecia podría llegar el miércoles.

"Hemos avanzado y podremos concluir el acuerdo global en la cumbre del miércoles. Hemos tomados decisiones para tener una Europa más fuerte y un euro más fuerte", ha subrayado Barroso, que también ha destacado que la UE pedirá al resto de líderes del G-20 promover la introducción de una tasa a las transacciones financieras porque "el sector financiero tiene que hacer una contribución justa a la sociedad".

Se esperan más avances en la reunión que esta tarde tienen los jefes de Estado y Gobierno de la zona euro, que engloba a 17 países. En ella se seguirá discutiendo sobre el refuerzo del fondo de rescate europeo, el ajuste de la participación del sector privado en el segundo rescate de Grecia (el porcentaje de la quita) o el cálculo de la necesidad de capital de la gran banca. Este se cifró en 100.000 millones de euros y, en el preacuerdo, podría aceptarse una posible depreciación de la deuda española, por debajo del 2%, pero solo de forma hipotética, para establecer el supuesto teórico en el que se moverían los nuevos test de estrés.

En cualquier caso, el acuerdo se espera para el miércoles. Ese día, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se reunirán de nuevo, justo antes de la cumbre de la eurozona. El encuentro del Consejo Europeo, que no estaba previsto, ha sido convocado por Van Rompuy a petición, sobre todo, del primer ministro británico, David Cameron, que no quería quedar excluido de la toma de decisiones sobre la crisis.

Ello ha provocado un enfrentamiento con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que rechazaba interferencias de los países que no usan el euro, según fuentes europeas. "Estoy al corriente de todas las sensibilidades en las relaciones entre los Veintisiete y Diecisiete", ha señalado Van Rompuy.