Cameron, a sus diputados: "No es momento para celebrar un referéndum sobre la UE"
- La moción, firmada por 61 parlamentarios conservadores
- Con todo, hay pocas probabilidades de que prospere
- "Ahora no debemos decidir si nos marchamos", ha apuntado
El primer ministro británico, David Cameron, ha afirmado que es "el momento equivocado" para celebrar un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE y ha pedido a los diputados de su partido que voten en contra en el Parlamento.
Cameron afronta la primera rebelión en las filas del Partido Conservador desde que llegó al poder por una moción que pide la celebración de un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, que será votada este lunes y, previsiblemente, rechazada.
En un intenso debate en la Cámara de los Comunes, el líder tory ha señalado que continúa "firmemente comprometido" a obtener "más poderes" de Bruselas y ha asegurado que comparte "el anhelo por una reforma fundamental" dentro de la UE, que está "dispuesto a lograr".
"No es adecuado en estos momentos de crisis promover leyes que incluyen un referéndum. Cuando la casa de tus vecinos está ardiendo, tu primer impulso debería ser apagar el fuego. Éste no es momento de debatir si nos marchamos", ha matizado.
La moción será votada este lunes
Su intervención en los Comunes se ha producido en un vibrante pleno tras el que los diputados votarán más tarde esta moción, firmada por 61 parlamentarios conservadores, a la que se oponen el jefe del Ejecutivo, así como el Partido Laborista, primero de la oposición, y el Partido Liberal Demócrata, socio en el Gobierno de coalición.
Cameron ha destacado que la pertenencia del país a la UE es importante "para millones de empleos, millones de personas y millones de negocios" en el Reino Unido.
Aunque todo hace pensar que la moción no prosperará, puesto que los tres principales partidos del país han pedido a sus diputados que lo rechacen, el apoyo que ha recibido de los parlamentarios conservadores supone un desafío claro a la autoridad de Cameron.
A los diputados conservadores que votarán a favor de la moción, les mandó este mensaje: "Como vosotros, quiero una reforma fundamental; como vosotros, quiero rehacer nuestra pertenencia a la UE de forma que sirva mejor a nuestros intereses nacionales", pero ha agregado que "el momento de la reforma está llegando" y ha pedido no permitir "que haya distracciones".
Defesa de la postura actual
El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, ha expresado este lunes su oposición a la moción y dijo que es "la pregunta equivocada en el momento equivocado".
En declaraciones a Radio 4 de la BBC, Hague ha afirmado que un plebiscito de este tipo puede crear más "incertidumbre económica en este país en un momento económico difícil".
El ministro ha admitido que él mismo ha defendido consultas de este tipo en el pasado y se ha opuesto a la moneda única europea, pero ha considerado que no es el momento adecuado de apoyar esta moción.
"Europa está en un proceso de cambio", por lo que un referéndum "no es la idea correcta", ha insistido Hague.
Como manera de atajar el ala más euroescéptica de su formación, Cameron ha impuesto una estricta disciplina parlamentaria y ha pedido a sus diputados que voten en contra, de lo contrario pedirá a los que decidan apoyar la moción y formen parte del Gobierno que dimitan de sus puestos.
Prioridades
La votación de este lunes amenaza con reiniciar las viejas rivalidades en el seno del Partido Conservador sobre la Unión Europa (UE), como ocurrió en la pasada década de los años noventa.
Algunos diputados conservadores no han ocultado su malestar con la sesión parlamentaria de este lunes porque no se les da la posibilidad de contar con libertad de voto.
El secretario del llamado Comité 1992, grupo formado por diputados conservadores de línea euroescéptica, ha manifestado que los parlamentarios "tories" no quieren un enfrentamiento, pero "está claro que hay algunos en el Gobierno que quieren la confrontación", en referencia a la dura disciplina impuesta por Cameron.
Según la propuesta de plebiscito presentada por un grupo de diputados conservadores, a los votantes se les daría tres opciones: que el Reino Unido permanezca en la UE como hasta ahora, abandonarla o negociar los términos en lo que continuar.