El iraní acusado de planear asesinar al embajador saudí en EE.UU. se declara inocente
- EE.UU. acusó a dos personas de estar detrás de un complot terrorista
- El otro iraní está en paradero desconocido
- Irán negó desde el primer momento las acusaciones
Uno de los dos hombres acusados de haber participado en una trama terrorista presuntamente orquestada por Irán, que pretendía atentar contra las embajadas de Arabia Saudí e Israel en Washington y asesinar al embajador saudí, se ha declarado inocente este lunes en su comparecencia ante el juez en Nueva York.
Así lo ha confirmado un portavoz de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York, quien ha precisado que el detenido Manssor Arbabsiar, un estadounidense de origen iraní de 56 años, se ha declarado "no culpable" de los cinco delitos que le imputan en una comparecencia ante el juez federal John Keenan.
Arbabsiar fue acusado formalmente la semana pasada junto a Gholam Shakuri, de nacionalidad iraní, de cargos criminales por conspiración para asesinar a un funcionario extranjero, conspiración para el uso de armas de destrucción masiva y para cometer un acto de terrorismo internacional, entre otros delitos.
Volverá a comparecer el próximo 21 de diciembre
El acusado, que volverá a comparecer ante el juez el próximo 21 de diciembre, tiene pasaporte estadounidense y vive en Nueva York, y fue detenido el pasado 29 de septiembre en el aeropuerto John F. Kennedy. Mientras que el otro acusado es un supuesto miembro de la Guardia Revolucionaria de Irán que continúa en paradero desconocido.
El Gobierno estadounidense acusó el pasado 11 de octubre a Irán de estar detrás de ese complot terrorista, e indicó entonces que el régimen de Teherán pagó un millón y medio de dólares a Shakuri y Arbabsiar, acusaciones que fueron inmediatamente rechazadas por las autoridades iraníes.
El líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, calificó de "absurdas y sin sentido" las acusaciones y aseguró que lo único que pretenden es "crear iranofobia", aunque advirtió que "no conseguirán su propósito", según informó entonces la agencia oficial IRNA. Mientras, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, negó categóricamente que su país esté relacionado con ese complot.
Las acusaciones han venido a enturbiar todavía más la relación entre Washington y Teherán, después de que Estados Unidos impusiera nuevas sanciones a algunos iraníes relacionados con los Guardianes de la Revolución y una aerolínea privada iraní acusada de darles apoyo.
Washington también ha apuntado en los últimos días que promoverá un mayor aislamiento del régimen iraní, ya sometido a sanciones internacionales por la ONU, además de EEUU y la Unión Europea (UE), debido a su programa nuclear y violaciones de los derechos humanos.