El exguerrillero Gustavo Petro, de abanderado anticorrupción a alcalde de Bogotá
- Nació en 1960 en la localidad de Ciénaga de Oro (departamento de Córdoba)
- Denunció tramas corruptas y criminales y la corrupción salpicó a su partido
Gustavo Petro, un luchador anticorrupción incansable, será el nuevo alcalde de Bogotá tras años de contienda política en el Congreso y antes en el Movimiento 19 de Abril (M-19), guerrilla a la que perteneció en su juventud.
El 19 de abril de 1960 nació en la localidad de Ciénaga de Oro, en el norteño departamento de Córdoba, y años después se incorporó al ala política de la guerrilla M-19, creado tras el supuesto fraude electoral de las presidenciales del 19 de abril de 1970.
Muy niño abandonó su natal Ciénaga de Oro para crecer y educarse en Zipaquirá, una localidad vecina a Bogotá, donde a los 21 años, ya graduado en Economía por la Universidad Externado de Colombia, se vinculó al M-19 y asumió sus primeras responsabilidades políticas como personero.
Su vocación social le llevó a construir el barrio Bolívar 93 para familias pobres; pero en 1985 el asentamiento fue reprimido por la Fuerza Pública y Petro detenido en virtud a un decreto de estado de sitio.
Dos años encarcelado
Pasó dos años encarcelado, que dedicó a enseñar a leer a otros presos; y esa situación le eximió de responsabilidad en la toma guerrillera del Palacio de Justicia, en noviembre de 1985, que derivó en una gran matanza cuando el edificio fue tomado por la Fuerza Pública.
Petro se integró de lleno a la vida política tras la desmovilización del M-19 por un acuerdo de paz con el Gobierno del entonces presidente Virgilio Barco (1986-1990).
Su primer cargo fue como agregado diplomático en la embajada de Colombia en Bélgica, donde completó sus estudios superiores en la Universidad de Lovaina.
Luego fue representante a la Cámara de Representantes en dos periodos (1991-1994 y 1998-2006), una vez que la Asamblea Constituyente, en la que participaron exmiembros del M-19, dotara al país de una nueva Carta Magna.
Como congresista demostró sus dotes de buen orador, pero sobre todo se ganó un lugar en la historia política de Colombia por sus acreditadas denuncias contra la corrupción y de violaciones a los derechos.
Esa tarea de control parlamentario llegó a su culmen entre 2006 y 2010, como senador y durante el segundo Gobierno de Álvaro Uribe, del que fue un acérrimo crítico y opositor.
Denunció tramas corruptas y criminales
En representación del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), Petro denunció desde el Senado, entre otras tramas corruptas y criminales, el escándalo de la "parapolítica".
Destapó así los vínculos económicos y políticos de las temidas y sanguinarias Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) con políticos, lo que llevó a investigar, procesar y encarcelar a un tercio de los miembros del Congreso de entonces, la mayoría oficialistas.
También denunció los "falsos positivos", es decir, ejecuciones extrajudiciales de civiles por parte de la Fuerza Pública que les hizo pasar por guerrilleros muertos en combate.
Y el escándalo de las "chuzadas": el espionaje ilegal practicado desde la central de inteligencia contra opositores, magistrados, periodistas y defensores de los derechos humanos, y del que él mismo fue víctima.
En 2010 se presentó a las elecciones presidenciales por el PDA y quedó en el tercer puesto por detrás del oficialista y vencedor, Juan Manuel Santos, y el candidato del Partido Verde, Antanas Mockus.
Denuncias de corrupción contra su partido
Con ello dejó el Senado, pero no las denuncias de corrupción que en ese momento salpicaron a miembros de su propio partido, en concreto, al entonces alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, y a su hermano, el senador Iván Moreno.
Al no encontrar apoyo en su propio partido, Gustavo Petro abandonó el PDA y fundó el Movimiento Progresistas, con el que tras una masiva recogida de firmas ha ganado la Alcaldía de Bogotá.
En manos de Petro está ahora devolver la dignidad a la izquierda colombiana, limpiar la estela de corrupción que dejó su antecesor y dotar a la capital de mayor seguridad y de un transporte público decente.
También convertir a Bogotá en una ciudad "humana e imitable", tal y como confesó a Efe en una entrevista.
Gustavo Petro está casado con Verónica Alcocer, con quien tiene tres hijos. Además, tiene otros tres hijos de relaciones anteriores.