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Desarrollan un radar que ve a través de las paredes

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

¿Se imaginan poder ver a través de las paredes como si de un superhéroe se tratara? Pues ya no es cosa de ciencia ficción. Científicos laboratorio Lincoln del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) han creado un radar que funciona a pesar de tener una pared de hormigón delante.

El radar es una manera de ver sin usar los ojos. El mecanismo es sencillo: un dispositivo emite ondas, habitualmente de radio o sonoras (cuando son sonoras se le llama sonar) desde una antena orientable.

Estas ondas chocan contra los objetos que intercepta. El aparato recoge el rebote de estas ondas sobre el objeto e interpretan esta información de tal manera que da una imagen precisa del objeto o los objetos sobre los que ha incidido y la distancia a la que se encuentran.

En nuestra vida diaria usamos radares. A casi todos nos han captado en carretera sobrepasando un límite de velocidad, aunque fundamentalmente se utilizan para controlar el tráfico aéreo, en los barcos para detectar obstáculos, como rocas o icebergs, y en barcos militares además para localizar al enemigo.

En la naturaleza también hay radares. Hay animales, como los murciélagos y los cetáceos, que usan este mecanismo en vez de la vista para orientarse y localizar a sus presas.

El problema de los radares convencionales es que no pueden detectar lo que hay detrás de un obstáculo, como puede ser una pared.

El equipo del laboratorio del MIT, dirigidos por el joven Gregory Charvat, ha conseguido desarrollar un radar que detecta personas detrás de las paredes.

La imagen que ofrece el invento es por el momento tan solo una rudimentaria mancha roja. Es parecido a lo que puede verse con una cámara infrarroja, pero menos detallado.

Funciona en paredes de entre 10 y 20 cm de grosos y desde 18 metros de distancia

El dispositivo funciona en paredes de entre 10 y 20 centímetros de grosor y desde 18 metros de distancia. Son características bastante útiles para el ámbito militar.

Unas cifras ilustrativas para entender la dificultad que ha supuesto desarrollar este invento: de toda la radiación emitida por el radar hacia la pared, tan solo el 0,6% la atraviesa.

Cuando esta escasísima cantidad de ondas rebotan sobre aquello que haya detrás de la pared, regresan y vuelven a atravesarla. Y de nuevo pierden nada menos que otra vez un 99,4% de las ondas.

Lo que estos jóvenes investigadores han conseguido es crear un dispositivo que combinado con un sistema informático interpreta de la manera más precisa posible estas debilísimas señales.

CIENCIA AL CUBO

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