El G-20 llega a Cannes marcado por Grecia y con el reto de evitar otra recesión mundial
- Grecia se erige como protagonista tras el referéndum de Papandréu
- Obama llevará la solución de la crisis de deuda como una de las prioridades
- Francia propondrá una tasa a las transacciones financieras, pese a EE.UU.
- El crecimiento económico se ralentiza en todos los países
Los líderes del G-20, los 19 países desarrollados y emergentes más ricos y la UE, se encuentran en Cannes (Francia) con una economía mundial azotada por la crisis de deuda en Europa, el elevado endeudamiento y déficit público de las principales economías que, además, comienzan a comprobar que su crecimiento se ralentiza. Sin embargo, todo se ha visto eclipsado por Grecia y el nuevo escenario que se ha dibujado con el anuncio del primer ministro griego, Yorgos Papandréu, sobre la convocatoria de un referéndum para que el pueblo de su visto bueno a los acuerdos del pasado 26 de octubre: entre otros, la condonación del 50% de la deuda helena a cambio de nuevos ajustes.
Los temas que en anteriores citas han ocupado la agenda del G-20 (un nuevo sistema monetario internacional; el control de los desequilibrios comerciales entre los países desarrollados y emergentes; y el control de las prácticas financieras que operan fuera del control de los mercados) han quedado relegados a un segundo plano por los acontecimientos en la zona euro. Portugal todavía no había sido rescatada en la anterior cumbre del G-20 en Seúl y, sobre todo, la situación de Atenas no era tan complicada.
La Unión Europea había logrado llegar a la cita con una posición unánime ante el resto del mundo, con el acuerdo sobre la condonación del 50% de la deuda griega y la ampliación del fondo de rescates de la Unión Europea hasta el billón de euros, que ahora vuelve a estar en el aire. Y mientras, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señala la solución de la crisis de deuda soberana de la zona euro como una de las prioridades para la estabilización de la economía global.
Recuperación económica y tasas financieras
Pero esa estabilidad no vendrá solo de que Europa solucione sus problemas. Así lo creen los presidentes del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que han enviado una carta a los líderes del G-20 para quese relance la economía mundial, porque consideran insuficiente la estabilización de la zona euro.
Por eso la cumbre del G-20 está marcada también por los intereses de EE.UU. y China sobre la necesidad de un nuevo sistema monetario internacional y los intereses de los países emergentes incluídos en el grupo de los BRICS (Sudáfrica, China, Brasil, Rusia, India), que buscan un mayor peso en las instituciones financieras.
Los países emergentes participan en Cannes bajo el liderazgo de China, aún más fuerte que en anteriores citas, después de haber logrado consolidarse como segunda economía mundial, por PIB, solo después de Estados Unidos, cuya economía se ha ralentizado.
En el centro de esa parálisis, el desempleo creciente tanto en Washington como en el resto de economías desarrolladas, que amenaza aún más con lastrar la recuperación de la economía mundial. De hecho, Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) ha alertado sobre el estancamiento de la economía de la zona euro y la del resto de grandes países en 2012 y no descarta una fuerte recesión.
Francia, que ocupa la presidencia de turno del G-20, pedirá al resto de líderes la introducción de una tasa a las transacciones financieras, a pesar de la oposición expresada por EE.UU. y China sobre esta medida. La Unión Europea, había adelantado que llevaría esta iniciativa a la cumbre, y puso cifras a la medida, que según datos presentados por Durao Barroso, permitiría recauda hasta 55.000 millones de euros anuales.