El menor acusado del crimen de Arriate ingresará en un piso tutelado alejado del municipio
- La medida evita que el menor pueda salir en libertad este viernes
- El abogado de la Defensa ha anunciado que recurrirá la decisión
- También se ha dictado una orden de alejamiento del municipio
El titular del Juzgado de Menores número 1 de Málaga ha ordenado que el joven de 17 años acusado de la muerte de María Esther Jiménez Villegas, de 13 años, en Arriate (Málaga), permanezca, a partir de este viernes, internado en un piso tutelado.
Asimismo, el juez ha prohibido que el menor pueda desplazarse hasta el municipio de Arriate, donde se cometió el crimen, por medio de una orden de alejamiento.
Según ha explicado la abogada de la familia, Barbara Royo, a los periodistas, a partir de este viernes el menor permanecerá con un grupo educativo tutelado por personal habilitado.
Solicitud de la familia de la víctima
Esta decisión judicial ha sido tomada después de que la Fiscalía de Menores y la acusación particular, en representación de la familia de María Esther, hayan solicitado este jueves una medida de convivencia en grupo educativo tutelado las 24 horas del día y alejamiento del municipio.
El juicio, que comenzó ayer miércoles, ha continuado hoy a puerta cerrada con la declaración de diversos testigos y mañana viernes comparecerán los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil que participaron en la investigación del caso.
A media mañana se ha celebrado una vista en la que la Fiscalía de Menores y la acusación particular han pedido que se imponga dicha medida cautelar ya que este viernes termina el plazo máximo de internamiento preventivo decretado el pasado febrero.
La familia, satisfecha
El juez ha tenido en cuenta para dictar la resolución la gravedad del delito y la pena solicitada por las acusaciones. El Juzgado de Menores número 1 de Málaga ordenó en febrero el internamiento preventivo del joven en régimen cerrado durante seis meses, el máximo que establece la Ley del Menor, aunque posteriormente, en agosto, se prorrogó por otros tres meses más.
El menor podría haber quedado en libertad este viernes si no se hubiese dictado dicha resolución, aunque su defensa ha mantenido que no existía riesgo de fuga, ni se iban a hacer desaparecer pruebas y ha anunciado que recurrirá la resolución judicial.
La abogada de la familia de la víctima se ha mostrado satisfecha con esta medida cautelar para poder restringir la libertad del acusado y evitar que pueda acercarse a familiares y testigos.
La defensa recurrirá
La defensa del menor, Andrés Gálvez, ha asegurado que el menor "por ley" debía quedar en libertad, y que ello no era una posibilidad legal, sino un mandato legal.
La fiscalía malagueña y la acusación particular han solicitado ocho años de internamiento para el menor, seguidos de cinco de libertad vigilada por un presunto delito de asesinato.
Por su parte, la defensa del menor acusado, Andrés Gálvez, ha pedido la libre absolución de su cliente y ha explicado que cree que la pena solicitada por las acusaciones es excesiva ya que es la máxima que permite la Ley del Menor.
Respecto al desarrollo del juicio, el menor se declaró inocente pero la abogada de la acusación mantiene que la coartada del joven "se cae" y que cada día hay más pruebas incriminatorias.
El acusado de la muerte de María Esther fue detenido dos semanas después de que se encontrara el cadáver de la menor con un golpe en la cabeza en la caseta de una depuradora de la localidad y actualmente está ingresado en un centro de menores.
Los investigadores hallaron restos que podrían ser de sangre en una zapatilla deportiva en el transcurso del registro domiciliario efectuado en la casa del chico -cuyo nombre corresponde a las iniciales R.V.R. -y las pruebas de ADN practicadas coincidieron con el arrestado.