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La oposición siria cifra en 20 el número de muertos en un nuevo viernes sangriento

  • El régimen sirio acordó con la Liga Árabe frenar la represión
  • Pese al compromiso de Asad, continúa la violencia
  • El gobierno ofrece una amnistía a los opositores que entreguen las armas

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El gobierno sirio ha terminado con la oportunidad que tenía de demostrar que su compromiso con el plan de la Liga Árabe de acabar con la violencia en el país era real.

Al menos veinte personas han muerto este viernes por disparos de las fuerzas de seguridad en las manifestaciones que como cada viernes han pedido la caída del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, han informado los opositores Comités de Coordinación Local.

Según ese grupo, ocho civiles han perdido la vida en la ciudad de Homs, mientras que otras siete personas han fallecido en la localidad de Kanaker, ubicada en la provincia oriental de Rif Damasco.

Asimismo, en esa misma provincia, en la población de Sebqa, ha perdido la vida otro civil, y otras dos personas han muerto en la ciudad de Hama, en el centro del país, ha indicado la organización opositora. En la meridional provincia de Deraa, dos personas han sido asesinadas a tiros por francotiradores del régimen cuando intentaban huir del país en dirección a Jordania.

Por otra parte, los Comités han denunciado que los cuerpos de seguridad han disparado indiscriminadamente contra los coches que se trasladaban por la carretera de Homs hacia Hama, apuntando a los vehículos civiles.

En esos tiroteos se han producido heridos, han señalado los Comités, que no han especificado el número de víctimas.

Además, en la localidad de Al Rastan, al norte de Damasco, han sido detenidas más de veinte personas tras la celebración de una manifestación, ha concluido el grupo opositor.

Desde mediados de marzo pasado, Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen de Al Asad, que han causado la muerte de unas 3.000 personas, entre ellas unos 187 menores, según las últimas cifras de la ONU.

Amnistía para los que se entreguen

En un comunicado difundido por la agencia oficial Sana, el Ministerio sirio del Interior ha instado a "los ciudadanos implicados en el transporte, la venta, la distribución o la financiación de la compra de armas, y que no hayan cometido delitos de asesinato", a que se entreguen "en las comisarías más cercanas".

Las autoridades han dado un plazo de una semana, desde mañana, sábado, hasta el próximo sábado 12 de noviembre, para cumplir con esta demanda. Aquellos que se entreguen en este período y devuelvan también sus armas "serán puestos en libertad pronto, y esto será considerado una amnistía general para ellos".

Según el comunicado, este proceso se debe a que el Estado quiere "dar una oportunidad a aquellos que hayan sido engañados" y pretende además restablecer la seguridad pública ante la llegada de la Fiesta del Sacrificio ("Aid al Adha"), una de las más importantes del calendario musulmán, que comienza el domingo.

El ministro sirio del Interior, Mohamed al Chear, ha comparecido ante las cámaras de la televisión pública siria para leer este mismo comunicado.

Ruptura del compromiso

"Si sus fuerzas disparan sobre los manifestantes, los estados árabes  pueden verse forzados a tomar una posición más decisiva y apoyar una  protección internacional para los civiles", había declarado el pasado jueves el  portavoz del Consejo Nacional sirio, Ahmad Ramadan.

Antes de conocerse los fallecidos, la oposición ya había denunciado que tanques del Ejército continúan bombardeando Homs (centro del país). El jueves los muertos fueron dos decenas, en una operación de castigo en el barrio de Bab Amro.

No hay confirmación independiente de esta información debido a las  restricciones que el gobierno sirio impone a la prensa internacional.

Advertencias internacionales

Estados  Unidos ya ha señalado que no hay evidencia de que el gobierno sirio  esté dispuesto a cumplir el acuerdo de la Liga, y ha advertido que si no  lo hace se incrementará la presión sobre Damasco.

"El régimen de  Asad tiene una larga historia de ruptura de sus promesas, y tiene  sangre en sus manos", ha declarado la portavoz del Departamento de  Estado, Victoria Nuland.

El analista político de la Universidad Americana de Beirut, Sami Baroudi, sin embargo, ha pedido tiempo. "Llevará  al menos un par de días ver si la violencia remite o aumenta, o se  mantiene al mismo nivel. No tiraría esta iniciativa a la basura porque  no tenga un resultado inmediato", ha declarado a Reuters.